Diari Més
Carles Pellicer

Candidato de Junts per Reus a las elecciones municipales en Reus

«Me hace falta una mayoría para gobernar sin el lastre de no aprobar presupuestos»

El alcaldable descarta un pacto a tres entre Junts per Reus, ERC y la CUP porque con los últimos «no me entendería» y dice que el PSC «comprende la ciudad»

Carles Pellicer és alcalde des de l'any 2011.

Carles PellicerOlívia Molet

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Carles Pellicer Punyed (1958) está casado y es licenciado en Derecho. Ha sido presidente de la Unió de Botiguers de Reus y de la Jove Cambra Internacional, entre otras entidades locales, y es aficionado a las motos. Fue diputado en el Parlament (1995-2015) y senador del Estado en la undécima legislatura. Entró en el Ayuntamiento el año 1997. Es alcalde desde 2011 y ha gobernado primero pactando con PP y, después, con ERC y Ara Reus. Este 26-M aspira a lo que sería su tercer mandato.

–¿Ha sido Carles Pellicer un buen alcalde? Póngase nota.

–Sí. Creo que hemos hecho todo lo que hemos podido. Y es más, hemos hecho más con menos porque nos hemos tenido que dedicar estos ocho años a poner orden y a revertir la situación económica que había en el Ayuntamiento. Por lo tanto, satisfacción. He hecho mi trabajo como alcalde. Yo no me pondría nota, pero pienso que he hecho una buena gestión. Sí que diría que mi equipo aprueba y con buena nota. Y ahora toca, en los próximos cuatro años, hacer los proyectos que queríamos hacer.

–¿Le dan miedo Noemí Llauradó y los resultados del 28-A?

–Yo no tengo miedo a mis adversarios. Hemos hecho el trabajo que tenemos que hacer y cada uno tendrá los resultados que tiene que tener. No es un tema de miedo o no miedo. Nos tenemos que respetar. Pero lo que es seguro es que nosotros tenemos el mejor proyecto que se ha presentado en décadas para esta ciudad.

-ERC ha planteado un pacto con la CUP y Junts. ¿Es viable?

–Yo confío en tener un buen resultado y quiero un gobierno de 21 para el siglo XXI. Confío en que la ciudadanía me dé la mayoría para poder gobernar con tranquilidad y para llevar la ciudad al sitio que le corresponde y que he estado preparando ocho años. Un pacto entre ERC, Junts y CUP es muy difícil porque nosotros tenemos unas líneas claras de gobierno y, en este caso, yo estoy cómodo dentro de mi gobierno con ERC y Ara Reus. Tenemos unas líneas que son Ciutadans, PP y CUP. Soy persona de orden, quiero una ciudad segura. No nos entenderíamos y, de hecho, no nos hemos entendido en muchas cosas. Por ejemplo, el tema de la basura. Hay muchos conceptos donde estoy lejos de la CUP. Puedo gobernar con ERC, Ara o el PSC si se da el caso, pero hay unas líneas donde no me encontraría a gusto.

–Entonces, ¿con el PSC sí?

–Con el PSC de Reus, porque son gente de Reus y entienden la ciudad. Yo tengo que gobernar para la ciudad, hacer una ciudad potente. Y lo tengo que hacer con aquellos que puedan ayudarnos a conseguir este objetivo. ERC y Ara Reus son mis socios hoy y, si es el caso, con el PSC de Reus podría gobernar. El PSC de Reus tiene una manera de entender, de hacer y de actuar que no es el PSOE. Ya han gobernado en Reus y también pactaron con nosotros hace muchos años.

–Dice que busca «un gobierno de 21 para el siglo XXI».

–Necesito una mayoría sólida y potente, de 21, para impulsar proyectos del siglo XXI. A nivel urbanístico pero también social. Tengo la experiencia de los últimos cuatro años y, en minoría, hemos mantenido la ciudad. Ahora toca dar un salto. Necesito que la ciudadanía dé a Junts per Reus una mayoría para gobernar sin el lastre de que no se aprueban los presupuestos. Tenemos que sacar el contrato de la basura adelante para que la ciudad esté más limpia todavía. E impulsar proyectos desde el paseo Mata hasta la piscina municipal requiere convicción de ciudad, y yo gobernaré con quien tenga convicción de ciudad. Por lo tanto, con la CUP no me entendería.

–¿Es verdad que es muy difícil quitarle la alcaldía al alcalde?

–Es un dicho. Se dice que, si no ha habido grandes problemas, es difícil. Pero yo lo que veo es que hemos hecho un buen trabajo, que la gente está contenta en líneas generales. La gestión económica es impecable y la gestión de servicios ha sido correcta. Hemos comprado autobuses, asfaltado calles. Ahora nos toca pasar del trabajo de mantenimiento a hacer proyectos importantes: edificio y aparcamiento en la Hispania, un concurso internacional para el Vapor Vell, la ronda norte. Si no hacemos proyectos, no creceremos. Hemos pasado de 405 millones de euros de deuda a una previsión de 184 para el 2019 y es un milagro.

–¿Este mandato será recordado por la cuestión económica?

–En parte, sí. Si no hubiera sido por este esfuerzo, no podríamos levantar la cabeza. Quien gobierne a partir del día 26, tendrá unas posibilidades de inversión enormes. Nosotros, después de ocho años de trabajo, nos merecemos llevar a cabo nuestros proyectos. Quiero que Reus siga siendo una de las principales ciudades de Cataluña.

–Hace una apuesta por la Ley de Grandes Ciudades. ¿En qué se traduciría eso en el día a día?

–Necesitamos un marco legislativo, de reglamento, de funcionamiento, que nos facilite, con el consenso adecuado, agilidad. Que, cuando hablamos en el pleno, no tengamos que discutir sobre cuestiones que no llevan a ningún sitio sino sobre temas de ciudad. Y que la ciudad tenga un ámbito de participación: auditorías de control y más transparencia, rendir cuentas, tener buenos directivos que acompañen en las acciones... eficacia.

–¿Por qué puede servir crear una eléctrica municipal?

–Es necesaria. En Reus somos buenos gestionando servicios: aparcamientos, transportes, agua. Si gestionamos litros, podemos gestionar kilovatios. En un momento que las compañías eléctricas se aprovechan de la situación y tienen una acción de poder que estropean posibilidades a la ciudadanía, podemos crear un servicio de eléctrica que nos dé una comercialización más económica de la energía para cederla a la ciudadanía y las industrias a un precio más adecuado.

–¿La vianalització del Tomb de Ravals es la propuesta estrella?

–Es una de las propuestas estrella a nivel urbanístico. También tenemos el paseo Mata, la calle Ample, la plaza Prim, el Carrilet, la riera Miró o el Camí de Valls. En otoño, haciendo pruebas, iniciaremos la vianalització del arrabal Santa Anna. Si funciona bien, continuaremos a un solo nivel desde de Arnavat i Vilaró, arrabal del Pallol, plaza Catalunya y arrabal de Santa Anna. Eso aumentará las posibilidades para pasear, volviendo a aquello de comprar paseando. Y es económico, subiendo alcantarillas.

–En cuatro años, ha hecho 140 visitas a los barrios. ¿Le ha quedado alguna cosa pendiente?

–Los barrios están en mi cabeza como toda la ciudad. Tenemos que mejorar aceras en diferentes puntos. Hay un plan integral que tenemos que poner en marcha en la zona sur, calle Miami y Peñíscola. También tenemos zonas como Lepanto y Sor Lluïsa Estivill donde se tiene que actuar, y la calle Mare Molas. En Sol i Vista tenemos que empezar la inversión en la calle Roger de Llúria antes del verano. En el barrio Montserrat estamos acabando tres ramblas. Tenemos que mejorar parques y zonas verdes.

–¿Qué hará si no es reelegido?

–Un alcalde, si no gana, tiene que pensar un poco y tiene que tomar sus decisiones en función de la situación que haya. En todo caso, creo que es evidente que tiene que ser una decisión diferente a la de ser concejal. Pero eso no pasará, estoy convencido de que la gente nos dará la confianza.

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