Pellicer, Vilella y Cervera recurrirán el auto que mantiene la acusación por el 3-O

La defensa del concejal de Ara Reus Jordi Cervera, investigado por el manifiesto del 3-O que pedía la salida de los efectivos policiales alojados en el Hotel Gaudí por el Referéndum, recurrirá el auto emitido este lunes por el juzgado de instrucción número 2 de Reus y que acordaba mantener la acusación contra el edil por un supuesto delito de incitación al odio. Cervera dará este paso con una representación propia y desvinculada del colectivo de Advocats Voluntaris de l’1-O que coordina la del alcalde Carles Pellicer y los concejales Montserrat Vilella (PDeCAT), Noemí Llauradó (ERC) y Mariona Quadrada (CUP), por los cuales la causa también continúa abierta.

La magistrada da cinco días de margen para presentar el recurso de apelación, el cual tendrá que resolver de Audiencia provincial de Tarragona. Pellicer y Vilella también recurrirán, tal como detallan fuentes municipales al Diari Més.

Fuentes de ERC consultadas apuntaban ayer que todavía no han tomado ninguna decisión sobre este punto. Noemí Llauradó, que es diputada, tiene condición de aforada, hecho por el cual su procedimiento podría pasar en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. La CUP expondrá su posicionamiento en las próximas horas. Cervera insistía, en una comparecencia ayer desde la sede del partido en el callejón del Castell, en que «soy un hombre de paz y para pedir paz estoy imputado». Y decía que «respeto la magistrada y su imparcialidad pero lo que firmé fue un manifiesto de libertad de expresión y de que no queríamos que los hechos que pasaban en torno a Reus llegaran a la ciudad».

«Si vamos al ojo por ojo, acabaremos todos ciegos», apuntaba, y aseguraba que «tengo confianza en la justicia». Tal como precisaba la letrada del partido, Dolors Vázquez, el delito de qué está acusado Cervera –así como el alcalde y los portavoces– podría implicar penas de prisión de entre seis meses y cuatro años. Vázquez explicaba ayer que el partido respeta la decisión de la magistrada pero «no se comparte», y que «la voluntad de Ara Reus no tenía nada a ver con el odio sino con tranquilizar la ciudad».

Este lunes, pocas horas después de que el TSJC diera a conocer el auto, Pellicer y Noemí Llauradó habían calificado la acusación de «persecución política» y el alcalde valoraba el auto como «surrealista». «Actuamos para defender la convivencia», concluía al alcalde.

El Hotel Gaudí

Hace referencia a «actos de hostilidad protagonizados por algunos ciudadanos» y a concentraciones delante del Hotel Gaudí –donde «se recibían llamadas para que no se pudiera utilizar la línia»- y el atestado recoplia testimonios de policías. Concreta, también, que algunos agentes «tuvieron que dejar de hacer vida social» por la presión y relata momentos de tensión vividos en el interior del hotel, donde «tuvieron que cerrarse las puertas» durante alguna concentración. La magistrada archiva la causa contra Marta Llorens y Oriol Ciurana (CUP), bomberos y personal de un gimnasio.