El nuevo centro para tratar el Alzhéimer se empezará a construir en enero

Durante el último año, la Associació d'Alzheimer de Reus i Baix Camp ha estado compaginando su importante tarea diaria con otro trabajo especialmente ilusionante: el de dar forma al proyecto de nuevo centro de referencia en el abordaje de esta enfermedad que, el lunes, la entidad anunció de la mano de la Fundació Rosa Maria Vivar. La directora del programa de estimulación cognitiva de la asociación, María Jesús Lerín, explica en las puertas del solar donde el equipamiento quedará ubicado que «todo lo que nos ha pasado puede resumirse en un sueño hecho realidad».

El edificio, que ofrecerá 140 plazas, se levantará en la parcela de la calle Antoni Planàs i Marca que antiguamente acogió los barracones de la Escola Isabel Besora, cedida ahora por el Ayuntamiento. Empezará a construir los 1.000 metros cuadrados repartidos en cuatro pabellones en enero del 2019 para que la actividad se traslade hacia septiembre y sus instalaciones lo harán singular en el Estado. Tendrá 3.500 metros más de zona ajardinada. En torno al centro se aplicarán algunos cambios en la movilidad para abrir plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida y generar una pequeña solución de rotonda.

Sentirse en casa

Lerín apunta que «llevábamos mucho tiempo pensando que necesitábamos un espacio más amplio, más bonito y, sobre todo, más funcional y que nos permitiera trabajar muchas áreas. Queremos que las personas con Alzheimer se sientan como en su casa y que no haya un ambiente de hospital». «Reus ya fue pionera en implantar la estimulación cognitiva y en disponer de un centro especializado y acreditado por la Generalitat dónde es posible acogerse a la prestación vinculada al servicio», recuerda a la directora del programa de estimulación cognitiva de la Associació de Alzheimer de Reus i Baix Camp, que valora que todo culminará con el nuevo complejo. La entidad está dando apoyo a 56 personas más unas 25 que reciben atención a domicilio. Hasta ahora, «avanzábamos con un equipo humano muy implicado y con unos valores muy interiorizados, buena organización y también mucho estrés para que la estancia de los usuarios fuera la mejor y, evidentemente, cumpliendo los requerimientos de la Generalitat». En Reus hay alrededor de 5.600 personas con Alzhéimer y en la demarcación hay 16.500. La enfermedad es de duración indeterminada, genera una dependencia total, no tiene cuidado ni se conoce como afectará a la persona a su proceso.

En el nuevo centro la metodología, que se basa en el programa San Rafael, no la cambiaranc sin embargo «lo que sí que haremos es ayudarnos del entorno. Un ejemplo es el jardín: cuándo una persona sienta una angustia, o también una alegría, puede tener un espacio. Lo más valioso es contar con un lugar adecuado por estas terapias que ya estaban implantadas». Lerín agradece el esfuerzo de los profesionales implicados en el proyecto, que han trabajado a menudo de manera desinteresada, y también el de la Fundació María Rosa Vivar –constituida por la familia de una de las pacientes de la Associació d'Alzheimer de Reus i Baix Camp– que aportará 1,2 de los 1,8 millones de euros que costará el equipamiento. Sobre si esperaba que el deseo de acceder a un edificio como este pudiera materializarse, Lerín confiesa que «sí. Pensaba que este trabajo sería reconocido algún día». «Cada tres segundos se diagnostica un caso de demencia en el mundo y los centros de día que hay no están preparados por lo que viene. Faltan dinero y recursos económicos para esta enfermedad, porque se tienen que invertir en medios humanos», explica.