Diari Més

Anna Bofill Levi: Doctora en Arquitectura y compositora

«El diseño que hicimos hace 50 años del Barrio Gaudí se podría volver a proyectar igual»

La arquitecta asistirá este martes a una charla coloquio en el Barrio Gaudí con motivo del 50 aniversario de la construcción de los Bloques Bofill

Anna Bofill colaboró en el proyecto constructivo del barrio.

«El diseño que hicimos hace 50 años del Barrio Gaudí se podría volver a proyectar igual»Cedida

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—¿Cómo plantearon el encargo de diseñar el Barrio Gaudí?

—En aquel momento todo nuestro equipo estaba dedicado a estudiar la vivienda social. Nada más empezábamos a hacer investigación sobre cómo plantearla de manera más agradable, que no fuera sólo poniendo bloques el uno al lado del otro, ya que eso nos parecía como juntar cajas de zapatos, pensábamos que no era digno ni agradable para las personas. Todos los pisos eran iguales y no se atendía a aspectos como el entorno y las cualidades del espacio público.

—¿Y cuál fue su propuesta?

—Buscamos nuevas formas y geometrías con el fin de poner las viviendas el uno al lado del otro pero de manera que condujeran en espacios públicos agradables para el encuentro entre las personas y las familias. Aprovechando por ejemplo los terrados, como siempre se había hecho em los países mediterráneos: yo me crie en una casa en que la ropa se tendía en el terrado y los niños jugábamos, era nuestro espacio de encuentro en el edificio. Quisimos encontrar este espíritu del espacio comunitario propio de las ciudades mediterráneas.

—¿En qué otros aspectos fue singular, su proyecto?

—Se rompía la idea de bloque, el poner los bloques uno al lado del otro y que el espacio residual entre los vuelcos fuera inseguro, con una forma de mancha de aceite, no controlado. Nosotros queríamos hacer un continuo, un tejido con los módulos de manera que los volúmenes ocupados y los no ocupados formaran una especie de cuadrícula, a fin de que todos los espacios exteriores fueran utilizables y seguros. También fue singular la idea de empezar a trabajar a partir de la modulación del espacio, algo que dió mucho juego para llegar a este objetivo. Y, además, trabajamos con el objetivo que no fuera sólo un barrio dormitorio, sino que también tenía que tener una serie de equipamientos, que en los bajos hubiera tiendas, etc., de manera diferente a lo que se solía hacer en las afueras de las ciudades, donde la gente sólo iba a dormir y, de día, sólo quedaban las mujeres que no trabajaban.

—El color también es un elemento característico de los Bloques Bofill.

—Fue una de las características que diferenció el barrio del resto de barrios de viviendas sociales. Generalmente, eran espacios muy tristes, con muros de hormigón, elementos baratos y de muy poca calidad, todo era gris y no se miraba la agradabilidad. Nosotros quisimos utilizar el color precisamente para hacer que el barrio fuera más agradable y habitable. Además, trabajamos a partir de un elemento que llamamos ‘el núcleo’, que era el elemento que estaba alrededor del patio. Después se juntaban varios núcleos para crear más patios y formas diversas. El color era la manera de distinguir un núcleo del otro, y también una forma de que sus habitantes se sintieran identificados con su núcleo.

—¿El proyecto sentó las bases o sirvió de referencia para proyectos posteriores?

—Absolutamente. Significó el comienzo de una etapa que duró diez años y durante la cual construimos otros núcleos experimentales, como la Manzanera de Calp, con el edificio Xanadú o la Muralla Roja. Durante este tiempo estuvimos trabajando la arquitectura modular hacia lo que denominamos la formación de la ciudad del espacio, la propuesta de barrios muy grandes que se podían extender no sólo horizontalmente, sino también de manera vertical. Trabajábamos el espacio de tres dimensiones, no únicamente en planta. Por eso en Reus está el primer intento de trabajar la fachada haciendo que no sea plana y aburrida: giramos la geometría de la planta superior, de manera que lo que abajo era plano, sale de la punta de un balcón arriba. Fue el primer ‘truco’ geométrico para romper la fachada.

—¿Cree que aquel diseño ha aguantado bien el paso del tiempo?

—Muy bien. Hoy se podría volver a proyectar igual. Si los objetivos que queríamos se han conseguido o no, por el tipo de habitantes que han ido, o por la gestión que se ha hecho, eso tengo ganas que me lo expliquen los vecinos. Pero las bases que planteamos a fin de que el barrio fuera muy habitable, están.

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