Todavía hay familias viviendo en el bloque ruinoso de la calle de Sant Magí

El número 35 de la calle de Sant Magí de Reus, el edificio que el pasado 17 de septiembre tuvo que ser desalojado por un derrumbe parcial, sigue habitado. Así lo comentó a este diario Sandra Casanova, integrante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, una entidad que ya se movilizó en su momento, cuando los vecinos de este edificio tuvieron que volver al inmueble, a pesar del estado precario en que se encontraba después del derrumbe.

Según explican desde la plataforma, hay varias familias, algunas de ellas con niños a cargo, que viven en el edificio, en condiciones precarias, porque «no se les ha ofrecido ninguna alternativa». La PAH considera que como se trata de personas «recuperadoras», que ocupan el inmueble de forma ilegal, desde el Ayuntamiento no se les hace caso bastante, ni «se les ofrecen soluciones».

Además, desde la entidad explican que en el edificio en cuestión, no se ha realizado ninguna actuación más, ni reforma, después de los trabajos de apuntalamiento que se llevaron a cabo cuando estuvo el derrumbe, y que el bloque se encuentra en un estado ruinoso y que «caerá solo en cualquier momento». Una situación precaria que afecta a varias familias, que según explican, siguen en el inmueble porque no tienen alternativa, y porque|para que, todo y que, parte de estas familias tienen expediente abierto con los servicios sociales, «no se los ha proporcionado ninguna otra solución».

El retorno al edificio

El inmueble del número 35 de la calle de Sant Magí fue desalojado de urgencia la noche del 17 de septiembre, pero el día 19 por la noche, algunas personas que habían sido acogidas, de forma provisional, en una pensión de Bienestar Social, tuvieron que volver de forma repentina, aunque algunos de los pisos del edificio se encontraban en un estado deplorable.

Después del derrumbe, se realizaron tareas de apuntalamiento en el bloque afectado, y el arquitecto municipal inspeccionó a fondo el inmueble, para poder determinar en qué estado se encontraba. El día 19 de septiembre, el informe apuntaba que la casa no presentaba «riesgo inmediato de hundimiento», después de la intervención, y por este motivo, se determinó que los vecinos podían volver.

En aquel momento, desde la PAH ya se inició una protesta, ya que algunas familias tuvieron que abandonar la pensión en que se encontraban alojados de forma provisional por la intervención de urgencia con que había hecho Bienestar Social, tenían miedo de que a los pisos se produjeran desprendimientos parciales que pudieran hacer daño a las criaturas pequeñas.

Esta es sólo una de las reivindicaciones que algunos miembros de la PAH de Reus hacen al consistorio, ya que afirman que la problemática social que hay en la ciudad reclama soluciones reales e inmediatas.

La entidad no descarta protagonizar más protestas como|cómo la que llevaron a cabo el pasado 1 de octubre ante|delante de el Ayuntamiento de Reus, en el que reclamaban al alcalde, a Carles Pellicer, que se reuniera con ellos para dar respuesta a sus peticiones. Este sector de la PAH también reivindica que desde el consistorio se los reconozca como interlocutores válidos. Una petición que según la concejala de Bienestar Social, no tiene razón de ser, porque|para que a estas personas «los han «recibido» y han hablado en varias ocasiones, aunque, el hecho de que haya dos sectores enfrentados a la entidad, dificulta la relación con la institución, porque cuesta saber «con quién se tiene que hablar».