Diari Més

Una mujer de 83 años espera cinco días para que la operen del fémur roto

La paciente, que tiene alzhéimer, se cayó el viernes y no tuvo quirófano disponible en el Sant Joan hasta ayer

El día 10 se produjo el ingreso en la segunda planta.

Una mujer de 83 años espera cinco días para que lo operen del fémur rotoCedida

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Una mujer de 83 años ha tenido que esperarse durante cinco días, desde el viernes 10 de agosto, ingresada en el Hospital Sant Joan de Reus para poder someterse a una operación de fémur. La mujer, que sufre alzhéimer en estado adelantado y recibe atención a una residencia, se cayó, se rompió el hueso y fue trasladada al centro hospitalario, donde le realizaron diferentes pruebas. Después de casi una semana, ayer a las seis y media de la tarde fue finalmente intervenida para colocarle los clavos y la placa que su pierna necesitaba. La familia, a pesar de que aliviada por el desenlace positivo, denunciaba este miércoles la situación y aseguraba haber recibido la información, por parte del personal médico, que la demora era debida a la limitación de quirófanos que se da en el centro coincidiendo con el periodo de verano. La operativa del Sant Joan para el mes de agosto, facilitada a su momento desde el mismo Hospital, prevé tener sólo tres quirófanos activos del total de sed con qué cuenta el edificio y el cierre de una de las tres unidades quirúrgicas disponibles, la de traumatología, entre el 23 y de junio y el 30 de septiembre.

Desde el día 10 y hasta ayer, tal como apunta en el Diari Més el yerno de ella, Juan Carlos Martínez, la mujer sufrió la incomodidad de tener que mantenerse en ayunas durante prácticamente todo el día «por si encontraban algún agujero en los quirófanos y le podían hacer sitio». La situación comportaba, más allá del hecho de reducir las comidas a la última hora de la jornada, que «a raíz de eso tampoco se podía acabar de tomar tal como toca la medicación para el alzhéimer, y hemos notado que ha hecho un bajón». Martínez relata que «los médicos nos decían que, como en esta época hay pocos quirófanos porque algunos están cerrados, los que funcionan se tenían que reservar para atender urgencias y accidentes. Sin embargo, nosotros, eso también lo considerábamos una urgencia». La paciente, ingresada en la segunda planta, fue notificada el mismo día de la entrada al Hospital que se la intervendría de manera más o menos inminente. De hecho, el día 11, al día siguiente de llegar «ya nos avisaron de que pasaba en quirófano y, una vez con todo preparada, lo echaron atrás porque venía una urgencia y lo tenían que recibir», añade Martínez.

El paso de los días en el Sant Joan desembocó en otro inconveniente que, ayer antes de saber que la mujer sería operada, preocupaba también sus familiares. Y es que «estando aquí sin recibir la intervención, mi mujer ha agotado los días de permiso y ya no se podrá seguir quedando, y a mí también se me acaban las vacaciones», decía el yerno de la mujer, preocupado porque «en su estado, y en el de cualquier persona, es mejor que no se encuentre sola».

Programación de verano

De los 7 quirófanos con que cuenta el Hospital Sant Joan, tres cierran durante los meses de julio y septiembre y en agosto dejan de funcionar cuatro. Los datos implican un grado de apertura inferior al del 2017: entonces, el Sant Joan mantuvo fuera del circuito sólo dos quirófanos en julio y tres a en agosto y en septiembre. La unidad quirúrgica de traumatología cierra hasta el 30 de septiembre. Desde el centro han mantenido siempre que la operativa garantiza dar respuesta a la demanda, la cual «baja en verano».

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