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Cierran y secan la fuente de Anselm Clavé de Reus para que las palomas no beban

Medio ambiente implanta medidas para limitar una población de aves que se fija en 40.000 ejemplares

Un operario realiza trabajos en la fuente, en la parte central de la plaza.

Cierran y secan la fuente de Anselm Clavé de Reus para que las palomas no bebanOlívia Molet

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El despliegue de medidas dentro del plan de choque para controlar la población de palomas en Reus continúa adelante y se centra, coincidiendo con los meses de calor, en la colocación de elementos de barrera a algunas fuentes ornamentales del municipio para evitar que los animales beban. Una intervención de este tipo se está llevando a cabo ahora en la fuente de la plaza de Josep Anselm Clavé donde, tal como precisan fuentes municipales, Brigades ha iniciado ya el secamiento de la instalación. La actuación toma una especial relevancia en estas fechas porque es en verano cuando un mayor número de palomas se concentra en torno a los puntos de agua.

En total, son ocho los surtidores donde se aplicarán mecanismos contra las palomas de manera gradual, consistentes en pequeñas mejoras adaptadas a las características de cada fuente, como el rebajado o el alzado de los vasos de agua o la incorporación de materiales metálicos deslizantes para impedir el acceso de los animales al agua. Las obras, que se iniciaron a principios de año en diferentes espacios, tienen un presupuesto global de 42.634,42 euros IVA incluido.

Carme y paseos, puntos calientes

Según los datos aportados en mayo, en el marco de la presentación de la campaña Ajuda’ns a controlar la població de coloms, Medio ambiente calcula que la ciudad cuenta con una población de 40.000 palomas. Y ha elaborado un mapa de los «puntos calientes» de la ciudad con respecto a presencia de ejemplares. Estos se corresponden con el barrio del Carme, los paseos y en el paseo Mata.

El Ayuntamiento se deja cada ejercicio cerca de 100.000 euros en el control de la población de palomas. Y sólo al 2017, con los sistemas de red y de jaulas, Reus realizó unas 6.000 capturas. El Ayuntamiento también realiza vuelos con halconería, ha hecho llegar cartas a los propietarios de inmuebles abandonados –y con puertas o ventanas abiertas– para que no se produzcan ocupaciones de animales, puso en marcha una prueba piloto con un dispensador de pienso esterilizante y sanciona los alimentadores. De multas, el año pasado se impusieron 4 por valor de entre 300 y 400 euros. La cifra por dar comida a las aves puede subirse, con la normativa en mano, hasta los 600 euros.

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