Ballesol levanta el esqueleto de la residencia que irá en el solar de la calle Batan

La estructura de la futura residencia asistida del Grupo Ballesol en Reus ha empezado a materializarse en la superficie de la calle Batan. La empresa encargada del derribo del Cine Reus Palace y la excavación del sótano destinado a parking con que contará el geriátrico, Profirex Derribos SL, «dio por finalizados los trabajos a finales de la semana pasada», tal como concreta su gerente, David García, y se ha retirado de los terrenos. En el solar trabaja ahora la promotora que ha iniciado los movimientos para levantar el esqueleto de la residencia, el cual se ha hecho visible en parte, en las últimas horas, desde el exterior del recinto de las obras.

Todo el proceso ha sido completado en un margen de menos de ocho meses desde el cierre definitivo de las salas de proyecciones, que tuvo lugar el pasado 31 de marzo, aunque Ballesol dispone inicialmente de hasta tres años para terminar completamente el equipamiento, el cual prevé ejecutar en una única etapa. De hecho, el desmantelamiento del cine arrancó a principios de abril, con la retirada del material de las salas –parte de las butacas viajaron, por ejemplo, al Pla de Santa Maria para reubicarse en el Centro de Interpretación del Textil– y la demolición de la fachada principal se consumaba una vez entrado en julio.

La propuesta inicial

Aunque hasta ahora no ha trascendido el coste global de la transformación, los gastos de construcción de los 4.600 metros de residencia estarían valorados en más de 5,4 millones. La propuesta inicial, recogida en el Plan Especial Urbanístico para el cambio de usos de la parcela –ahora sociosanitarios–, plantea destinar la planta baja del geriátrico a «usos comunes», en las plantas piso se ubicarían las habitaciones de los residentes y el sótano quedaría reservado para aparcamiento –hay programada una plaza por cada seis camas– u otros servicios. El espacio que quede al tercer lado del triángulo que conforman la calle de Batán y el de la Riera de Miró, en Sant Francesc de Paula, se convertiría en una zona ajardinada que «mejore las propiedades de ventilación, vistas y soleamiento». La documentación deja constancia de la necesidad de que todas las plantas se comuniquen horizontalmente, sin obstáculos, para el correcto funcionamiento de la residencia asistida, que se concibe como «accesible y céntrica» y que «facilita a los residentes mantener el contacto con el entorno». Los cálculos del mismo plan están realizados sobre una capacidad de 120 plazas, pero Ballesol ha preferido no avanzar todavía ningún detalle sobre la residencia.

Sobre la situación de la calle Batan, la construcción de la nueva residencia para la tercera edad hará analizar si resulta o no necesaria una adaptación de «la forma y el tamaño» de las aceras en la zona y el espacio inmediato al futuro equipamiento con el fin de garantizar un encaje perfecto. Y es que la documentación del proyecto detalla que la ubicación próxima al centro no hará necesario un plan de movilidad para visitas y trabajadores, ni tampoco para los mismos usuarios por sus condiciones. Tanto el dibujo como los trabajos, en caso de llevarse a cabo, tendrían que ser asumidas por la promotora que impulsa el proyecto, que en este caso es la barcelonesa Cielo Urbano SL.