Diari Més

Investigación

Las impresiones 3D protegen la piel sana en radiaciones contra el cáncer

Investigadores de la URV, del IISPV y del Sant Joan de Reus descubren cómo simplificar el proceso para tratar los tumores en la piel

Las investigadoras Mònica Arguís y Meritxell Arenas muestran los dos tipos de máscaras.

Las impresiones 3D protegen la piel sana en radiaciones contra el cáncerCedida

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Investigadores de la URV, del Hospital de Sant Joan de Reus y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) han encontrado en las impresiones 3D una solución para facilitar el tratamiento de los cánceres de piel.

Este trabajo lo ha financiado la Asociación Oncológica Doctor Amadeu Pelegrí y lo ha publicado el Journal of Contemporary Brachytherapy .

Consiste en una solución óptima para proteger la piel que rodea un cáncer en la zona nasal y se ha centrado en esta zona porque es la más irregular, aunque los resultados son aplicables a cualquier otra parte del cuerpo. Con la ayuda de un escáner y una impresora 3D, los médicos podrán disponer de una pieza personalizada que permitirá proteger la piel sana que rodea el tumor que tiene que recibir radiación.

El cáncer de piel puede tratarse con branquiteràpia, es decir, colocar material radiactivo en contacto directo con el tumor, de manera que hay que proteger la piel sana que lo rodea. Para eso, hasta ahora se confecciona una máscara personalizada a partir de un molde de alginato que el paciente tiene que tener en la cara un buen rato. Una vez extraído, hay que esperar 24 horas que se seque y sirva de base para varias capas de cera, hecho que supone un proceso largo, laborioso e incómodo para el paciente, que tiene que acudir más de una vez al hospital.

Con el nuevo sistema, se escanea la cara del paciente para digitalizar la forma de la cara y, con la ayuda de un programa informático especializado, se diseña la máscara y una impresora 3D la acaba en siete horas.

El paciente sólo tiene que estar quieto unos segundos, mientras el escáner manual pasa por delante de su cara sin tocarla, como si se estuviera tomando una radiografía.

La radioterapia gana en precisión con este método mecánico que, en más, cuesta la mitad que el convencional, ya que se ahorra una tomografía y la cera es más cara que el material de la impresora.

Hasta ahora, las pruebas se han hecho con PLA, el material más habitual en las impresoras 3D y los radio físicos del Hospital Sant Joan de Reus estudian cuál es el más adecuado. Cuando lo determinen, la nueva técnica estará lista para implantarse en el centro, aunque habrá que invertir en los materiales y a formar al personal.

Los investigadores Domènec Puig y Andreu Sintas diseñando la máscara en 3D.

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