Diari Més

Reus pide 58 plazas para abrir la residencia de personas mayores de Huertos de Miró

El Ayuntamiento pone en marcha los trámites para poner en marcha el equipamiento, que ya han inscrito en el Registro General de centros, servicios y establecimientos sanitarios

La façana del CAP Horts de Miró, que acollirà la residència en les seves plantes superiors.

Reus pide 58 plazas para abrir la residencia de personas mayores de Horts de MiróOlívia Molet

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El Ayuntamiento de Reus ya ha solicitado al Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias la financiación de 58 plazas para poner en funcionamiento la residencia de personas mayores de Horts de Miró, cinco años después de que se acabaran las obras. Es uno de los primeros trámites del consistorio para abrir este equipamiento que ocupará las tres plantas superiores –ahora vacías– del Centro de Atención Primaria Integral (CAPI) del barrio que tiene el mismo nombre.

Otra de las gestiones realizadas es la inscripción del geriátrico al Registro General de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios (Regcess). Este es un paso imprescindible por optar en las plazas que financia a la Generalitat en los centros adscritos a la Red de Servicios Sociales de Atención Pública, en base a una convocatoria que se abrió el pasado 22 de agosto y cerró al cabo de poco más de dos semanas.

Reparto de la financiación

Está previsto que el mes que viene la consellera de Treball, Afers Socials i Famílies, Dolors Bassa, anuncie el número total de nuevas plazas para personas mayores, personas con discapacidad y personas con enfermedades mentales que se financiarán en el Camp de Tarragona en esta convocatoria. Las plazas se repartirán después entre los centros que lo hayan pedido teniendo en cuenta un estudio de las demandas para cada zona y cada tipología de servicio.

A partir de aquí, el Ayuntamiento de Reus sabrá cuántas plazas de las que ha pedido se conceden en la nueva residencia. Para cada una de ellas, el consistorio o el órgano a quienes se ceda la gestión del equipamiento –por ejemplo, la residencia Marià Fortuny la administra Sagessa- recibirá una concesión mensual destinada a cubrir los gastos generados. Esta cantidad depende de varios factores como el grado de dependencia, pero en condiciones normales acostumbra a ser de unos 1.900 euros. Por su parte, el Ayuntamiento será el encargado de contratar el equipamiento y el personal necesario para abrir las instalaciones y para prestar el servicio.

Contactados por el Diari Més, desde la concejalía de Benestar Social reconocieron que se está trabajando «intensamente» y en contacto con la Generalitat para poner en marcha el equipamiento, pero declinaron entrar en detalles sobre esta cuestión, como cuál por ejemplo es la posible fecha de apertura|abertura que se plantea el consistorio.

Construida desde el 2012

El proyecto del CAP con residencia integrada de Horts de Miró contó con una inversión global de más de 5 millones de euros y con financiación del plan de ayudas de Zapatero. El edificio se inauguró en el 2012 para utilizar la parte inferior como centro médico bajo la gestión del Instituto Català de la Salut (ICS), dejando cerradas las plantas superiores dónde se había proyectado la residencia.

Después de una visita realizada el pasado mes de mayo, el sindicato USITAC afirmó que las instalaciones estaban a punto para abrir una vez se dotaran del equipamiento y el personal necesarios para prestar el servicio, publicando imágenes de prueba. Esta entidad, junto con la Asociación de Personas Mayores, ha abanderado la reclamación para abrir el centro, convenciendo las formaciones políticas municipales de la necesidad de hacerlo a corto plazo, ya que no tenía sentido que se estuviera «deteriorando» y «estropeando» desde hace cinco años.

Moción unánime en julio

La demanda llegó al pleno del Ayuntamiento de Reus del pasado 7 de julio, de la mano de una moción presentada por los grupos de la oposición en bloque (CUP, C's, PSC y PP) y que se aprobó por unanimidad, ya que el equipo de gobierno (PDeCAT, ERC y Ara Reus), en palabras de la concejala de Bienestar Social, Montserrat Vilella, la consideraba un aval en el trabajo que afirmaban que hacía tiempo que se estaba haciendo en este sentido.

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