Diari Més

Unos 200 ancianos esperan residencia en Reus, mientras la de Horts es cerrada

La Asociación de Personas Mayores carga contra Ayuntamiento y Generalitat por no haber abierto las 58 plazas en 5 años, a pesar de estar lista

Van protestar ahir juntament amb la CUP, l'USITAC, la Marea de Pensionistes i l'associació del barri.

Unos 200 ancianos esperan residencia en Reus, mientras la de Horts está cerradaOlívia Molet

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Cerca de 200 personas mayores de Reus ciudad y un centenar más del resto de municipios del Baix Camp esperan, en estos momentos, una plaza en una residencia pública, según aseguró ayer el vocal de la Asociación de Personas Mayores de Reus y del Baix Camp, Agustí Dosaiguas. Además, el tiempo de demora entre que lo solicitan y son acogidos oscila entre el año y medio y los dos años. Con estas cifras en la mano, la entidad no compran la pasividad del Ayuntamiento de Reus y del Departamento de Asuntos Sociales de la Generalitat en la puesta en marcha de la residencia y el centro de día del CAPI d’Horts de Miró –la primera como titular del edificio y la segunda como responsable de la gestión. El complejo de cuatro plantas situado en el camino del Aigua Nova fue inaugurado oficialmente en el 2012, aunque sólo entraron en servicio la planta baja y el primer piso, para el Centro de Atención Primaria. Las plantas dos, tres y cuatro, de una superficie de 2.731,85 metros cuadrados, con 24 habitaciones dobles y 10 individuales, quedan cogiendo polvo, literalmente, desde aquel momento. Según denunció durante la protesta en las puertas del centro Alfred Maza, del sindicato USITAC, las habitaciones ya están equipadas con el mobiliario, «faltan sólo las camas». Para que nadie lo pusiera en duda, mostró una foto hecha el año 2013, de una de las habitaciones, donde se pueden observar que los armarios, las mesillas de noche y las luces de sobre los cabezales, estaban ya colocados desde desde el principio.

Son un total de 58 plazas disponibles para ancianos que, haciendo caso de las cifras de lista de espera facilitadas por la entidad de personas mayores, supondrían una reducción de hasta un 19% de esta cola de 300 personas que esperan para entrar en un centro público –contante Reus y el resto del Baix Camp. Hay que sumar, además, las 20 plazas del Centro de Día que, en su espacio de la segunda planta, tiene incluso, desde el año 2012, montado el mostrador de recepción.

Ancianos solos en casa, esperando

«Estas personas mayores que esperan un sitio, están en la inmensa mayoría mujeres viudas que viven solas. Tienen unas pensiones mínimas, muy pequeñas y viven casi en la pobreza», recriminó al Ayuntamiento y la Generalitat el presidente de la Asociación de Personas Mayores, a Ramon Sánchez, quien acusó a los dos gobiernos de hacer «una política cruel y antisocial». En su opinión, ninguna de las dos instituciones «ha tenido escrúpulos al tener una residencia cerrada, habiendo cola».

Para Sánchez, la demora durante cinco años en la puesta en marcha de los dos servicios responde, a «una política desastrosa y que va en contra de las personas que no tienen medios para pagarse una residencia privada», aseguró durante la protesta delante LO CAPE Huertos de Miró, convocada junto con la CUP, la Marea de Pensionistas y la asociación de vecinos del barrio.

Sánchez considera especialmente grave lo que está sucediendo con personas con necesidades especiales, a causa de los recortes en la financiación a la ley de la Dependencia. Según asegura, conoce casos de ancianos que sólo reciben una hora diaria de ayuda por parte de un trabajador social, por|para lo que «cuando llegan al día siguiente a hacer su hora, se encuentran auténticos desastres, con deposiciones y micciones...».

Especialmente vehemente se mostró el presidente de la Asociación de Personas Mayores con el alcalde de Reus, Carles Pellicer, a quien acusó de no conocer la situación actual de la residencia: «Hace un mes fuimos al Ayuntamiento y pregunté qué pasaba con eso. No sabe ni cómo está. Me dijo que sólo estaban hechas las cuatro paredes y que todavía había que distribuirlo interiormente. ¡Imaginad qué interés tiene en que eso sea una realidad!», se lamentó.

Acabar de una forma digna

«De la gente que está en lista de espera, alguna ha pasado una guerra y una posguerra. Qué menos que, en sus últimos días, tengan la calidad de vida que se merecen», pidió el portavoz del sindicato USITAC.

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