Diari Més

La ruptura del ayuno del Ramadán sale a las calles de Reus por primera vez

Unas 80 personas, del colectivo musulmán y también de otros, celebran un ‘iftar’ abierto a toda la ciudadanía en la plaza del Abad Oliba

La plaza del Abad Oliba se llenó de familias para poder disfrutar del acto, organizado por la Asociación de Musulmanes de Reus y Comarca.

La ruptura del ayuno del Ramadán sale a las calles de Reus por primera vezOlívia Molet

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Unas ochenta personas se sentaron en mesa ayer jueves al punto de las nueve de la noche, en la plaza de Abad Oliba, en el primer acto público de ruptura del ayuno del Ramadán que ha acogido Reus fuera del recinto de la mezquita As-sunnah. Una iniciativa, la del llamado iftar, que la Asociación de los Musulmanes de Reus y Comarca planteaba en forma de «aproximación de la comunidad musulmana a los habitantes de la ciudad». A los vecinos, el portavoz de la entidad, Mohamed Said Badaoi, se dirigía en catalán antes del inicio de la comida y les pedía que, durante este periodo, «tengan un poco de paciencia con nosotros porque podemos ser un poco ruidosos por la noche». Y también, la oportunidad de convertir la cita de ayer en la apertura de «un diálogo interreligioso e intercultural».

El menú estuvo formado por una sopa harira, los dulces típicos de Ramadà shebakia, dátiles, pizza casera y crepes rellenados de pollo y de carne picada. Lo probaron los miembros del colectivo musulmán, pero también el director general de Asuntos Religiosos, Enric Vendrell; el cónsul del Marruecos en Tarragona, Abdelaziz Jatim; la teniente de alcalde de Reus, Montserrat Vilella; concejales del PSC, ERC o la CUP; el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), Valentín Rodríguez, y los presidentes de algunas de las entidades que esta colecta; y personalidades vinculadas a la comunidad como el abogado y presidente de la asociación Watani de Reus, Hilal Tarkou. La comida en Horts de Miró, de hecho, era gratuita y «abierta a todos», e integrantes de la Asociación de los Musulmanes de Reus y Comarca, que iban identificados con un chaleco donde llevaban la imagen de As-sunnah, interpelaban a todo el mundo que se acercaba para ofrecerles un lugar en la mesa. No fueron, con todo, representantes de la Asociación de Vecinos de Horts de Miró, que habían manifestado horas antes el malestar por el hecho de que el iftar se hubiera preparado «sin comunicárnoslo», aunque la organización había anunciado que «todo el mundo está invitado y será bienvenido».

En su intervención, Enric Vendrell apuntaba que «durante este Ramadán, casi cada día tengo un iftar, pero es una celebración que quería vivir en Reus porque se hace por primera vez de forma colectiva». El cónsul del Marruecos en Tarragona, por su parte, recordaba que el iftar «no es un simple acto de dejar de comer y beber, sino que durante este mes uno intenta reforzar su fe y crecer». «Somos diferentes, igual que todos», concluía. En la misma línea se expresaba el portavoz de la Asociación de los Musulmanes de Reus y Comarca, Mohamed Said Badaoui, que decía que «en el noveno más del calendario islámico, además del ayuno desde el amanecer hasta el ocaso, se exalta la espiritualidad en detrimento de lo que es material y es una oportunidad para mejorar». La concejala Villela, a su vez, expresaba la «ilusión» de participar en un acto «de conocimiento y convivencia». Antes de romper el ayuno, el imán hizo el llamamiento a la oración.

Vínculos con la ciudad

Mediante acontecimientos como este, la entidad que gestiona la mezquita As-sunnah sigue en el camino de integrarse en el tejido asociativo reusense. El propósito ha propiciado la participación de miembros del colectivo, últimamente, a iniciativas de carácter solidario, cultural o social, y el último gran hito fue la entrada al grupo de trabajo de infancia, jóvenes y educación del plan de desarrollo comunitario de Sant Josep Obrer. El iftar, tal como se ha estado celebrando en la misma mezquita, en un periodo que no tocará a su fin hasta el 25 de junio, tiene una vertiente solidaria y ofrece alimentos de manera gratuita a los que se han acercado a tomar parte de la última oración del día –renombre salat tarawih y que ha llegado a reunido 2.000 personas en el polígono Dyna- pero no cuentan con recursos para romper el ayuno diurno que plantea el Ramadán. Unos ochenta musulmanes se han estado añadiendo, de manera regular, a cada comida. Esta ha sido la primera vez que el iftar sale a las calles de Reus en una convocatoria abierta.

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