La huelga afectará de lleno a casi 150 estudiantes que se examinarán en la ciudad

La huelga convocada para los meses de junio y julio por parte de los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) podría hacer tambalear la situación de las autoescuelas que examinan en el Baix Camp el 2 de junio. Los examinadores de la demarcación de Tarragona realizan su trabajo en un destino semanal: Tarragona, Reus o Tortosa y es la capital del Baix Camp la afectada por la primera huelga.

«El suplemento para ser examinador y no estar en la oficina es de aproximadamente 40 euros», ha confesado un funcionario que pertenece al colectivo de examinadores de la provincia y que prefiere continuar en el anonimato, «antes nos reportaba 250 euros en dietas y desplazamientos». De esta manera, asegura que cada vez menos trabajadores de la DGT quieren ser examinadores y prefieren permanecer en la oficina y, en su opinión, «a la huelga se sumarán la mayoría de los trabajadores de la demarcación, si no lo hacen todos».

Situación previa

El hecho de no compensar al examinador lleva al gremio a pedir al Gobierno que se los subvencione los gastos con la mejora de las condiciones laborales y la subida del complemento salarial. Los exámenes se realizan una semana al mes en Reus y la ausencia de examinadores el 2 de junio, en caso de tener éxito la huelga, hará que aproximadamente 150 alumnos queden sin examinarse. Este conflicto comporta que los aspirantes a tener el carné de coche den clases prácticas con menos frecuencia, con más espacio en el tiempo entre unas y otros, provocando más suspensos e incidentes y haciendo que la cola para examinarse se alargue cada vez más. El bucle provocado por la situación y la no resolución de este ha llevado ASEXTRA (Asociación de Examinadores de Tráfico) a convocar la ya mencionada huelga de trabajadores del sector de los examinadores.

La otra cara de la moneda

La impotencia y la frustración no sólo vienen de parte de los examinadores, que no consiguen mejoras laborales, sino también de las autoescuelas y de los mismos estudiantes, que se ven afectados directamente. Rosa Fernández, de la autoescuela Salou y que lleva a sus alumnos a examen en Reus, comparte con nosotros «que la incertidumbre de fechas de examen y el atasco en las pruebas prácticas hacen que a las autoescuelas nos veamos afectadas muy negativamente». Por otra parte, entiende que los trabajadores de la DGT exijan su derecho laboral y sus necesidades porque «tienen razón en lo que piden».

Comenta que son seis los estudiantes de prácticas que puede llevar el profesor, en su caso, únicamente nueve por la autoescuela: seis ella y 3 su trabajador a media jornada. Así, la falta de examinadores hace crecer la cantidad de alumnos que tienen que presentarse a examen, «la falta de prácticas hace que no aprendan correctamente a conducir», explica la propietaria de la autoescuela Salou. Lo que provoca que suspendan y tengan que presentarse otra vez a examen. Las desavenencias entre los trabajadores de la DGT y el gobierno moderan el proceso de examen y aprobación de carnés. Los máximos perdedores son las autoescuelas que no pueden aceptar a más alumnos para prácticas y que tienen una pérdida económica alta.