El sonido de Calanda ensordece el centro antes de empezar la procesión de la Amargura

El sonido ensordecedor de los Timbales de Calanda irrumpió ayer en Reus antes de tiempo. Y lo hizo en pleno Mercadal. El colectivo, en un guiño a la Capital de la Cultura Catalana Reus 2017, ofreció una muestra especial antes de recuperar el guion y acompañar una vez más, por la histórica vinculación entre la Cofradía de la Verge de l'Amargura y el centro aragonés El Cachirulo, la procesión con que la ciudad se interna en el grosor del programa de Semana Santa.

El despliegue tamborilero en el centro dejó una imagen peculiar, atenuada por los edificios que rodean la plaza y que provocaban el contraste entre la intensidad de la actuación y la discreción de la percusión al alejarse sólo unos metros. El centro del Mercadal se tiñó de morado mientras, en torno a los Tambores y Bombos de Calanda, los devotos y curiosos contemplaban una escena única, a plena luz del día y que nunca se había dado en la ciudad.

La vertiente de la tradición

Cerca de una hora más tarde, se citaban en la calle para disfrutar de la procesión de la Amargura. Tal como es habitual, la procesión se inició hacia las ocho y cuarto de la noche en dos puntos diferentes. La Confraria de la Verge de l'Amargura salió de la calle Ample a la vez que la Confraria de Sant Tomàs d'Aquino, conocida popularmente como de los Estudiants, iniciaba su recorrido en la plaza de la Sang. Los tamborileros de Calanda y una representación de la Confraria Nuestro Padre Jesús Nazareno también de esta población aragonesa acompañó la Confraria de l'Amargura.

Los dos grupos se encontraron en la plaza Prim donde siguiendo la tradición de los años anteriores, los Armados que avanzaban con las dos formaciones se juntaron. Desde la plaza Prim, todos los cofrades siguieron conjuntamente hacia los arrabales de Jesús y Martí Folguera para acabar delante de el instituto Salvador Vilaseca. El paso de la Verge de l'Amargura abría la procesión mientras que el misterio del Petó de Judes la cerraba y, al llegar a la parroquia de Sant Francesc, entró solemnemente.

Este Miércoles Santo, está prevista la procesión del Prendiment y la procesión Penitencial, ambas a las siete y media de la noche desde el templo de la Purísima Sang y la parroquia de Sant Josep Obrer respectivamente.