El Circo Raluy reserva un espacio de su pista para la vertiente social

El puñado de niños y jóvenes que forman parte del proyecto Reus Circ Social trasladaron ayer su clase en un lugar bien especial: la pista del Circo Raly, que estos días se encuentra instalado en el parque Sant Jordi. La actividad, que se ha convertido en tradición a lo largo de los últimos años, pone los pequeños en contacto con uno de los circos de renombre al territorio, y con su actividad real.

El circo social utiliza las artes del circo como herramienta educativa para fomentar la inclusión social y la transmisión de valores en un marco multicultural. Y, de paso, proporciona un buen rato de entretenimiento para los que participan. La clase formaba parte de las actividades especiales que el proyecto ofrece a sus chicos con motivo del Día Internacional del Circo Social.