Diari Més

Dos restauradores reusenses son padres de un dinosaurio de 120 millones de años

Un taller recrea, a escala real, el cráneo de un iguanodonte del cretácico que viajará al Museo de Cinctorres

Un instante de la elaboración de la pieza, que servirá para difundir la historia de los dinosaurios.

Dos restauradores reusenses son padres de un dinosaurio de 120 millones de añosOlívia Molet

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Los bajos del número 5 en la calle Riudecols de Reus se han convertido en cuna, en las últimas semanas, de un dinosaurio. Comparten la paternidad el restaurador de bienes culturales, especializados en material arqueológico y paleontológicos Ferran Guinovart y el escultor y conservador Àlex A. Vall de Avall Creació, Conservació i Restauració. Los dos han dado forma, en unos 45 días, a la recreación a escala real de un iguanodonte: un dinosaurio fitófago –que se alimenta de vegetales– del cretácico que vivió hace entre 120 y 130 millones de años. Han hecho, sin embargo, sólo la cabeza, del que es el segundo dinosaurio descrito formalmente de la historia y que tuvo representantes de su especie en Estados Unidos, Europa o Asia. Era el encargo del Museo de Cinctorres-Dinomania y del ayuntamiento del municipio, en la comarca de los Ports, en Castellón, y de qué también hizo casa suya el género iguanodonte. Cinctorres, donde hace años que se llevan a cabo tareas de excavación en el yacimiento cretácico Ana, donde se ha identificado una presencia significativa de este dinosaurio, quería mostrarlo en detalle para difundirlo, y es por eso que fue a buscar a Guinovart y Vall.

Tomando como modelo «la propia descripción científica del dinosaurio y la información que buscamos», concretan, el uno y el otro iniciaron la gestación del proyecto que ayer mismo, en su taller, empezaban a pintar, siempre a mano para conseguir «un aspecto lo más natural y realista posible», a primera hora de la tarde. En total, antes de entregarlo, habrán sido «seis semanas, a jornada completa» de trabajo para dar lugar al trozo de iguanodonte. «Después de investigar mucho y documentarnos debidamente sobre las formas y proporciones de la cabeza del animal», los restauradores partieron de una estructura básica de espuma de poliuretano cortada a medida natural sobre la cual hicieron un revestimiento de fibra de vidrio y resina.

Apariencia orgánica y realista

Llegados a aquel punto, dieron textura a la piel del dinosaurio para ajustar su apariencia a la que tuvo el cretácico, y el mismo procedimiento se llevó a cabo con el pico y las facciones del animal. Igualmente a mano y con el objetivo de «darle a la piel el toque orgánico y realista». Los ojos se hicieron a medida en el propio taller y se añadió en el conjunto, finalmente, un apoyo al final del cuello para poder sujetar la reproducción en su localización final. De aquí a poco, ya terminado, el iguanodonte emprenderá el camino hacia el Museo de Cinctorres-Dinomania para estar expuesto.

Un instante de la elaboración de la pieza, que servirá para difundir la historia de los dinosaurios.

Dos restauradores reusenses son padres de un dinosaurio de 120 millones de añosOlívia Molet

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