Diari Més

El número de infractores en los radares móviles se reduce un 41% en un año

Durante el 2015 sobrepasaron la velocidad permitida 2.250 usuarios, 1.500 menos que el anterior

El número de infractores en los radares móviles se reduce un 41% en un año

El número de infractores en los radares móviles se reduce un 41% en un añoOlívia Molet

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El número de infractores por exceso de velocidad interceptados por el radar móvil de la Guardia Urbana se ha reducido en 1.552 personas en un año. Concretamente, durante el 2015 hubo 2.250 casos, una cifra inferior a la del 2014, ya que entonces fueron 3.804. En términos porcentuales, eso supone un descenso del 41% en un año. Según exponen desde el consistorio, estos datos se consideran como «positivos teniendo en cuenta que hay un 96% de conductores que respeta los límites de velocidad», ya que cifran el porcentaje de infractores en un 3,48%. Las cifras de los multados van también en consonancia con la reducción del número de vehículos controlados. En el 2015 fue 64.733, sensiblemente inferior a la de 2014, cuandofueron 94.038.

A pesar de estar presentes en varios puntos de la ciudad, los controles del radar móvil se hacen habitualmente en las entradas y las salidas, donde los conductores acostumbran a correr más de la velocidad permitida, que puede llegar en algunos puntos hasta 80 kilómetros por hora. Así, algunas de estas zonas son las avenidas de Bellissens -uno de los puntos más conflictivos-, Tarragona o la carretera de Alcolea y la de Riudoms. A pesar de este descenso, el número de infractores todavía es más alto que, por ejemplo, en el 2013, cuando fueron 1.382. El Ayuntamiento de Reus cuenta con un radar cedido por el ServeiCatalàde Trànsitque se encuentra operativo desde enero de 2008.

Es habitual encontrarse vehículos sin logotipar que se sitúan en los arcenes. Muchas veces, el conductor interceptado puede tener la impresión que se trata de un vehículo que ha tenido que hacer un paro de emergencia en la carretera, incluido con las luces de emergencia o alguna de las puertas abiertas. La presencia de radares no ha estado exenta de protestas vecinales como la de vecinos de Castellvell, que consideraban hace dos años que el de la avenida que conecta con Reus se colocaba «con más asiduidad para tener un afán recaudatorio». De hecho, se podía leer una pintada en el asfalto advirtiendo de la presencia del dispositivo. La apuesta por los radares móviles responde a un endurecimiento empezado por parte del anterior consistorio para frenar los accidentes de tráfico.

La presencia habitual ocho años después parece haber revertido esta tendencia. En el 2014 hubo dos muertospor accidente de tráfico, mientras que el año pasado no se produjo ninguno. El consistorio recuerda que «se seguirán haciendo estos controles para garantizar la seguridad en el marco del Plan VialMunicipal en esta materia».

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