Diari Més

El comedor social repartió en cinco meses 1.142 kilos de lentejas cocidas

Concluye el proyecto impulsado para cocinar, envasar y distribuir el excedente de legumbres del Banco de los Alimentos

El comedor social repartió en cinco meses 1.142 kilos de lentejas cocidas

El comedor social repartió en cinco meses 1.142 kilos de lentejas cocidasCristina Aguilar

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La iniciativa puesta en marcha el pasado mes de febrero para reaprovechar un excedente de lentejas acumulado en el Banco de los Alimentos ha agotado al producto acumulado y deja 1.142 kilos de legumbres repartidas en sólo cinco meses, según los datos del balance de junio del Programa de Gestión Alimenticia Responsable de Reus. El proyecto, que saca adelante desde el 2012 y de forma pionera el Ayuntamiento, abrió al principio de año esta nueva vertiente en la recuperación de comida que consistía en cocinar y distribuir una gran cantidad de lentejas secas almacenadas y en qué, de otra manera, no se habría dado salida. Las legumbres, que llegaban al espacio del Banco de los Alimentos en paquetes procedentes de la Gran Provisión y de la aportación quinquenal que realiza la Unión Europea al Banco de los Alimentos, no tenían buena acogida tanto porla poca cultura del plato de cuchara como de la cuestión de la pobreza energética. A través de este sistema innovador, que el secretario del Banco de los Alimentos, Antonio Garcia, valora como «muy positivo», estaba previsto repartir unas 200 comidas al día en cerca de 50 fiambreras.

Garcia detalla que «la iniciativava acabar hace un par de meses y no se ha empezado a hacer ninguna otra porque, de momento, no ha estado la necesidad». Y es que, al momento de anunciar el tratamiento del excedente de lentejas, desde el Ayuntamiento se dejó la puerta abierta a que este método se pudiera extender, más adelante, a otros tipos de productos en similares circunstancias. Opción, esta, que a pesar de no haber sido utilizada hasta el momento, «tampoco se descarta para más adelante». Tal como estaba organizada la cadena en estos cinco meses, las lentejas se cocinaban en el comedor social de la calle Francesc Bartrina –gestionado por Càritas-, eran etiquetadas el mismo día con la fecha de la cocción y podían conservarse en el frigorífico hasta un total de cuatro. Así, el Taller Baix Camp las recogía y las hacía llegar a las entidades que forman parte de la Red de Distribución de Alimentos, encargadas de repartirlas entre aquellos que las necesitan.

Se conseguía de esta manera que las legumbres almacenadas llegaran en forma de comida preparada a las personas antes de caducar, en el marco de la segunda línea de recuperación de alimento fresco y guisado del programa, que se trabaja desde los comedores sociales a través de comidas presenciales y fiambreras. Impulsar una nueva vía similar o repetir la misma «no es necesario, de momento», tal como dice el secretario del Banco de los Alimentos porque «ahora mismo, la mayor parte de legumbres que tenemos ya son cocidas, y son más fáciles de cocinar paralas personas a las que las damos».

Paro en el Banco de los Alimentos

Desde el pasado 15 de agosto y hasta el 1 de septiembre el Banco de los Alimentos permanece cerrado y, por lo tanto, la distribución de productos a las entidades que se encargan de repartirlas a las personas, paro. Garcia explica que todo se ha coordinado a fin de que «en las semanas anteriores, estas entidades recogieran un poco más de cantidad y de esta manera, el Banco pudiera cerrar y hacer vacaciones unos días, coincidiendo con el periodo de más baja actividad, sin que nadie saliera perjudicado» y puntualiza que «a los que ofrecemos servicio los hemos facilitado un número de contacto en qué pueden recurrirante cualquier urgencia y dondeencontrarán una respuesta por parte nuestra».

El vínculo del Banco de los Alimentos con las entidades distribuidoras se redujo a una quincena hace un tiempo para «evitar duplicidades», con la incorporación también de un programa informática que registraba la entrega de productos. Así, «llevarun control es más sencillo». De todos modos, explica Antonio Garcia, «en el Banco de los Alimentos todavía ahora necesitamos voluntarios. Estamos recibiendo el apoyode personas que hacen trabajos sociales pero nos hace falta un poco más».

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