Diari Més

Municipal

Cunit pide que el futuro de la dársena de la térmica no empeore la situación de las playas

El Ayuntamiento junto con el de Cubelles se muestran expectantes al argumentario de la Generalitat, que opta por una demolición parcial

Tramo norte de la dársena del puerto de la antigua central térmica de Cubelles.

Apuestan por demoler parcialmente la dársena de la antigua térmica de Cubelles y crear nuevas playasACN

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Los ayuntamientos de Cubelles (Garraf) y Cunit (Baix Penedès) insisten en reclamar que el desmantelamiento del puerto de la central térmica no estropee más la regresión que ya sufren las playas. Al día siguiente que ACN adelantara que la Generalitat se decanta por demoler parcialmente la dársena, los dos municipios más directamente afectados están al acecho del argumentario del Departament d'Acció Climàtica, pendiente de publicación en el DOGC. Recuerdan que el derribo parcial no era la opción preferente de ninguno de los dos ayuntamientos, pero no muestran una oposición frontal a la propuesta de la Generalitat. «emanamos que sea una decisión bien tomada, porque condicionará las generaciones futuras», apunta el concejal de Medio Ambiente de Cubelles, Josep Maria Hugué.

Hugué recuerda que Cubelles, Calafell y Vilanova i la Geltrú hace más de un año que defienden el derribo completo del dique y la retirada de todas las estructuras construidas hace 40 años a raíz de la implantación de la central. Según estos tres ayuntamientos, con la eliminación total del puerto se podrían conseguir playas más resistentes a los temporales y, sumado a un traslado mecánico de la arena hacia cada uno de los municipios, se podrían ganar entre 30 y 40 metros al mar.

El concejal de Medio Ambiente y primer teniente de alcalde cubellense sostiene que esta demolición se tendría que hacer de forma progresiva «durante 10 o 15 años». «Así se podría ver cómo la costa se va adaptando a la retirada de la dársena», añade, mientras admite que, de las cinco posibles soluciones planteadas por Endesa, «seguramente ninguna supone una verdad absoluta, porque estamos ante un desmantelamiento muy poco habitual, y menos en un contexto de emergencia climática».

La opción de demolición parcial escogida por la Generalitat se alinea con la defendida por Endesa, con una apuesta por crear nuevas playas. A la espera de leer la letra pequeña del argumentario, Hugué reclama «que se estudie bien» la decisión final. «Tiene que estar bien tomada, con todas las consecuencias, y sobre la que pedimos celeridad porque hace demasiados años que se ha abierto el debate sobre el futuro de la dársena», apunta.

Desde Cunit, el alcalde Jaume Casañas se muestra parcialmente satisfecho con el posicionamiento de la Generalitat. Desde este municipio celebran que la apuesta de la Generalitat permita mantener los espigones construidos hace cuatro décadas delante de la costa cunitenca, los cuales iban fuera en dos de las cinco alternativas presentadas por Endesa. Sin embargo, precisan que no sienten una «satisfacción definitiva» porque consideran que hay que ir más allá.

Casañas recuerda que Cunit quiere mantener los espigones pero también redibujarlos. El municipio culpa a Endesa de la regresión que han tenido sus playas y le exige una inversión extra para rehacer los espigones para, poco a poco, recuperar los metros que hasta ahora ha ganado el mar. «El planteamiento de la Generalitat limita los daños de los temporales, pero no soluciona el problema de fondo», sostiene Casañas, que avisa de que insistirán a la Generalitat para que pula su propuesta antes de enviarla al Ministerio.

Más en el sur, desde Calafell valoran el posicionamiento de la Generalitat con sorpresa. El alcalde, Ramon Ferré, recuerda que el municipio se había aliado con Cubelles y Vilanova para hacer un posicionamiento conjunto a favor de un desmantelamiento global de todas las infraestructuras marinas construidas por Endesa. Ferré dice no entender por qué la Generalitat ha escogido una opción diferente, que considera «la más fácil y conservadora».

Este alcalde sostiene que eliminar parcialmente la dársena y mantener los espigones de Cunit «impedirá circular la arena» dentro del mar, «y eso comportará que los temporales cada vez se coman más las playas». Ferré advierte que «los temporales tienden a ser más agresivos», y augura un problema de estancamiento de arena dentro del mar entre Cunit y el Port de Seguro de Calafell.

El posicionamiento acordado por el Departament d'Acció Climàtica se ha derivado ahora a la Dirección de Costas del Ministerio de Transición Ecológica, que es quien tiene la última palabra sobre el futuro del puerto de la antigua central térmica. Todos los ayuntamientos exigen que se tome una decisión lo más pronto posible, ya que ya hace más de tres años que culminó el desmantelamiento de la zona terrestre de la central energética.

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