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Judicial

Piden la absolución de los dos acusados de un crimen en la Bisbal del Penedès del 2017

Serán juzgados por un tribunal popular para aclarar si mataron a la suegra de uno de ellos

La casa de la Bisbal del Penedès donde se produjeron los hechos.

Piden la absolución de los dos acusados de un crimen en la Bisbal del Penedès del 2017ACN

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Los dos hombres acusados de matar a la suegra de uno de ellos el verano del 2017 en la Bisbal del Penedès han pedido la absolución. Según los escritos de defensa, a los que ha tenido acceso ACN, los dos niegan haber tenido nada que ver con la muerte de la mujer, de 63 años. El abogado del entonces yerno de la víctima remarca que la noche de los hechos algunos vecinos vieron a tres personas con ropa oscura y actitud extraña en torno a la casa donde se cometió el crimen. El letrado los señala como presuntos autores de la muerte. El otro acusado también se desvincula de los hechos, a pesar de que en sede policial se había autoinculpado para encubrir a su pareja, cuyo teléfono estaba conectado en el repetidor de la Bisbal en la franja horaria del suceso.

Los dos fueron detenidos en febrero del 2018, acusados de un crimen de principios de julio del 2017. Estuvieron en prisión preventiva durante casi un año. Según la Fiscalía, tramaron un plan para robar 20.000 euros a la mujer, a quien preveían dejar inconsciente, y querían simular que el asalto lo habían cometido unos desconocidos.

El fiscal concluye que el entonces yerno de la víctima, D.M.M. dejó un agujero en la valla perimetral de la casa para que su amigo, A.G.M, pudiera entrar para asaltar a su suegra. El suegro no estaba, y la hija y él se marchaban a cenar fuera, dejando a la mujer sola. El amigo, sostiene el fiscal, la asfixió y cogió un monedero con 3.000 euros en efectivo y dos anillos, sin darse cuenta de la existencia de un sobre con 14.000 euros. El hombre se marchó y envió un mensaje supuestamente pactado a su amigo para dar el robo por acabado.

Al llegar a casa, el yerno y la hija vieron el cuerpo de la mujer y avisaron a los servicios de emergencias. La hija, explica al fiscal, se dio cuenta de que en el bolso de mano quedaba el sobre con 14.000 euros y los guardó. Posteriormente, y a petición de los agentes, lo entregó todo a la policía. La hija fue investigada pero finalmente no será juzgada. Con respecto a los dos acusados, la fiscalía pide que se les condene a 28 años de prisión por un delito de asesinato y por robo en casa habitada. Los dos, sin embargo, rebaten el relato del ministerio público.

El entonces yerno de la víctima sostiene que la noche del 4 de julio llegó a casa y se encontró el cuerpo de la mujer inconsciente. «Participó en un intento desesperado de reanimarla», insiste el abogado, en que recuerda que su mujer -hija de la difunta- gritó por toda la casa y de la finca para echar a los intrusos que habrían cometido el crimen.

El letrado recalca que la investigación sobre su cliente se basa en «sospechas y coyunturas». Al mismo tiempo, recuerda que durante la investigación hubo varios vecinos que relataron haber visto a tres personas con ropa oscura en torno a la casa la noche de los hechos.

Su presencia coincidía, explicaban los mismos vecinos, con la presencia de una furgoneta blanca en la misma zona, en la urbanización Priorat. «Los Mossos d'Esquadra no prestaron importancia a esta información», lamenta el abogado, que afirma que «probablemente» los autores del crimen fueron estas personas « por el relato de los testigos y por la hora en que se cometió el delito».

A su vez, la defensa del otro acusado admite que su cliente se autoinculpó en sede policial, pero recalca que no se ratificó ante el juez. El letrado asegura que el hombre salió en defensa de su mujer, a quien la policía ubicaba en la Bisbal del Penedès en función de la ubicación de su teléfono móvil.

Con respecto al teléfono de él, este aparece situado cerca de la casa entre las 21.35 h y las 21.56 h del día de los hechos, mientras el forense concluye que la muerte se produjo en una franja que va de las 19 h a las 23 h. El abogado sostiene que la inexactitud de la hora de la muerte impide atribuirla a su cliente, y recuerda que en aquella franja horaria la mujer contactó con varios familiares.

El letrado recuerda que los forenses determinaron que la muerte se habría cometido entre dos personas, una de las cuales habría sujetado el cuello de la víctima mientras una segunda le tapaba la nariz y la boca. Respecto los mensajes que intercambiaron los dos acusados, la defensa de A.G.M. considera que la causa ha «fabulado» sobre una conjura inexistente.

La causa será juzgada por un tribunal popular. Fuentes judiciales próximas al caso estiman que el caso no llegará a juicio en la Audiencia de Tarragona hasta el primer trimestre del 2023.

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