El acto ha empezado en torno a las diez de la mañana, cuando los diferentes alcaldes de la comarca han desplegado una pancarta en la plaza Sant Jaume donde se podía leer 'El Baix Penedès existeix'. Seguidamente, los representantes de los diferentes municipios han accedido al Palau de la Generalitat, donde han sido recibidos por la consellera Vilagrà. En el interior, los alcaldes han mantenido un encuentro que ha durado aproximadamente media hora con la directora general de Administraciones Locales, Montserrat Fornells, y el secretario de Gobiernos Locales y de Relaciones con Arán, David Rodríguez. Según Sans, el encuentro ha sido «satisfactorio», ya que el Gobierno se ha comprometido a mantener otra reunión «en un plazo corto» para tratar las principales problemáticas del territorio.
No obstante, asegura que seguirán presionando a la administración para que este compromiso se traduzca en actuaciones sobre el territorio. «Necesitamos actuaciones inmediatas en muchos campos, como la sanidad, servicios sociales, seguridad; después de tantos años de injusticias necesitamos darle la vuelta al calcetín», ha apuntado Sanos. En este sentido, las diferentes instituciones de la comarca no descartan impugnar los presupuestos en caso de que la inversión sea insuficiente.
Por otra parte, el presidente del Consell Comarcal del Baix Penedès ha explicado que la concentración se ha celebrado este lunes para evitar que el Gobierno ignore los agravios que sufre el territorio. «Hemos esperado que el ejecutivo se organice y esté preparando el presupuesto de 2022», ha comentado Sans.
Más inversiones y mejoras en la movilidad
El manifiesto entregado este lunes por parte de los alcaldes reúne las principales reclamaciones que hace el Baix Penedès a la Generalitat. En el documento, los ayuntamientos y el Consell Comarcal recuerdan que el Baix Penedès acumula cinco años consecutivos siendo la comarca con menos inversión en Cataluña, a pesar de tener más de 100.000 habitantes y liderar el crecimiento poblacional. Al mismo tiempo, subrayan que la inversión real por habitante ha pasado de los 51 euros a los 10 euros –entre 2015 y 2017-, la ratio más baja de todo el país.
También destacan los problemas en términos de ocupación, ya que el Baix Penedès es la comarca con más paro de Cataluña desde el año 2007, con más del 20% de población activa sin trabajo. «A pesar de todo, no recibimos ninguna ayuda ni tenemos programas específicos para luchar contra este grave problema», señalan.
En términos de movilidad, recuerdan que el Baix Penedès es una de las pocas comarcas que sigue teniendo peajes, concretamente los de la C-32 sur. El manifiesto apunta que un viaje de ida y vuelta en Barcelona cuesta 22 euros sin descuento, un importe que hace «inasumible» que una empresa se quiera establecer en la comarca para dar servicio al área metropolitana.
Con respecto al transporte público, lamentan que no tengan ni ve ni voto a la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) a pesar de ser considerados Área Metropolitana de Barcelona. Destacan que en la comarca se pagan «los billetes de tren más caros», denuncian que el servicio es «deficitario» y que las conexiones de transporte público hacia el sur tienen un amplio margen de mejora.
El escrito también califica el Baix Penedès de territorio «trinchado» y de ser «el patio de atrás de Barcelona». «Pasan tres autopistas, líneas de tren, el corredor mediterráneo, gasoductos y líneas de alta tensión», destacan, apuntando que las líneas de muy alta tensión (MAT) atraviesan «una de las únicas zonas de la comarca que todavía conservan su estado más natural».
En todo eso, los alcaldes y el Consejo Comarcal también reclaman medidas como ampliar la oferta de estudios de Formación Profesionales (FP), ampliar los servicios básicos de salud –como el Hospital Comarcal y las diferentes áreas básicas de salud- y mejorar las dotaciones de bomberos, profesorado o Mossos d'Esquadra.