Escogían las casas con las puertas y ventanas más expuestas y fáciles de reventar. Actuaban entre las 19 y las 21 horas. Se preparaban con guantes, gorras y pañuelos y utilizaban un destornillador para fracturar la puerta o ventana más vulnerable.
Para desplazarse utilizaban documentación falsa para poner vehículos a nombre de terceros a través de una gestoría. Así, si alguien veía la matrícula no se les podía relacionar.
Los arrestados vendían los objetos robados en establecimientos especializados en la compraventa de oro y joyas, y también a receptadores para que los introdujeran en el mercado ilícito.
La investigación ha acreditado que los arrestados habían cometido robos en las localidades del Vendrell, Canyelles (Garraf), Sant Julià de Vilatorta y Espinelves (Osona), Navàs (Bages) y les Borges Blanques (las Garrigues).
Las detenciones fueron el 26 de febrero. Los Mossos hicieron dos entradas en domicilios de Barcelona, donde se arrestaron tres hombres, todos de nacionalidad albanesa. Se intervinieron joyas, dinero en metálico, guantes, pañuelos y bufs. En paralelo, se hizo una inspección de un local donde el líder de la banda y su pareja vendían objetos robados. Los agentes pudieron recuperar dos anillos, tres juegos de pendientes, cuatro cadenas de oro y una pulsera.
El análisis de la documentación intervenida ha puesto de relieve que la falsificaban para transitar por varios países europeos sin despertar sospechas, lo que hace suponer que su actividad delictiva no se limitaba exclusivamente a Catalunya.
Los tres hombres ingresaron en la prisión, mientras que la mujer quedó en libertad con cargos. No se descartan más detenciones.