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Historia

Cunit trabaja para conservar la masía de estilo modernista de Cal Pla

El Ayuntamiento ha impulsado que los propietarios actuaran sobre el edificio y desbrozaran la finca

L'edifici, declarat Bé Cultural d'Interès Local, consta de tres plantes i una torre vuitavada.

Cunit trabaja para conservar la masía de estilo modernista de Cal PlaJaume Casañas

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Cunit está trabajando para dignificar uno de los edificios más característicos del municipio, la masía modernista de Cal Pla, construida entre 1911 y 1929. Ya el año pasado se hizo una primera fase, en la cual se trataron problemas de carácter estructural del edificio –que está en desuso desde los años 2000– y ahora se ha procedido a la segunda, en lo referente a la limpieza de los accesos. «Al menos hacía 20 años que nadie podaba ni se sacaban las malas hierbas», señala el concejal de Patrimonio, Jaume Casañas que, al mismo tiempo, recuerda que la masía está declarada como Bien Cultural de Interés Local. «Es una de las masías más importantes que hay en Cunit y teníamos que trabajar para su conservación», señala Casañas.

Los trabajos han sido impulsados por el consistorio a través de un expediente, pero han sido ejecutados por los tres socios propietarios de la finca que, inicialmente, la adquirieron con finalidades constructivas. Con la llegada de la crisis, el proyecto se detuvo y, además, la masía se convirtió en bien cultural. Actualmente, el edificio sigue deshabitado y el objetivo del Ayuntamiento de Cunit es conservarlo. Hoy por hoy, sin embargo, el consistorio descarta adquirir la masía y, en todo caso, se podría trabajar por algún tipo de cesión, según Casañas. Paralelamente, ha habido algún intento de compra para convertir el edificio en un restaurante, pero ninguna opción ha acabado cuajando.

Fue apostada al póquer

La historia de la masía de Cal Pla de Cunit, de estilo modernista, se inicia el año 1911 con sus primeros propietarios, la familia Ferrer-Benítez. Poco después, y con la muerte de Roser Ferrer, el edificio fue adquirido por un naviero, que amplió la casa e hizo construir unos grandes jardines a Jean-Claude Nicolas Forestier, el paisajista francés que diseñó los jardines de Montjuïc. El nuevo propietario, sin embargo, se arruinó y acabó perdiendo la masía el año 1941 en una partida de póquer. La finca fue recuperada de nuevo por la familia Ferrer hasta que en los años 2000 quedó abandonada.

El edificio consta de tres plantas, además de una torre ochavada. También se conserva la casa de los masoveros, los jardines, con bancos modernistas, y un puente oblicuo.

Entrada a la masia

Cunit trabaja para conservar la masía de estilo modernista de Cal PlaJaume Casañas

Pont oblic de la finca de Cal Pla.

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