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Tribuna

Violencia 2.0

Exdiputat, senador i conflictòleg

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Un estudio de la Fundación Simon Wisenthal, habla de unos 10.000 portales de internet que de una forma u otra promulgan la violencia. Todo ello nos debe hacer reflexionar sobre esta nueva socialización en red que se aleja de los valores del conocimiento y la formación no violenta de los internautas, para caer en el fomento y en algunos casos la práctica real de la violencia. Siendo el sector más afectado el juvenil, no porque este se considere el más violento, sino porque es el más familiarizado con las llamadas nuevas tecnologías. Quiero recordar un padre que presumía de hacer uso de las nuevas tecnologías, cuando su hijo de 17 años le recordaba que las expresiones de nuevas tecnologías en cuanto al ordenador o internet habían quedado normalizadas en la sociedad como algo usual, claro está, el joven había nacido con un ordenador debajo el brazo. Aparte de las webs, la rápida expansión de las redes sociales y en especial Twitter, Facebook, YouTube, Instagram, Tik Tok, etc. han convertido a la red 2.0 en un santuario de los violentos. La violencia que podemos encontrarnos en los que somos utilitarios de redes sociales es sorprendente, como en determinados grupos de debate o quizás personas escondidas en seudónimos dejan mensajes que atentan contra los derechos y la dignidad de las personas, apoyándose en motivos religiosos, raciales, nacionalistas, de sexo, quizás simplemente por pertenecer a un determinado grupo o colectivo. En algunas aplicaciones resulta imposible poder colgar videos porno o imágenes eróticas, sin embargo, sorprende como se puede encontrar información para construir detonadores a distancia mediante un teléfono móvil.

Los colectivos más afectados por la violencia en la red 2.0 son aquellos que tienen un componente religioso, racial o extremista ya sea en radicalismos políticos o bien deportivos. Hablare de alguno de ellos.

La religión es una de las exposiciones más cercanas a la violencia en la red 2.0. En los cristianos, judíos y musulmanes se centran los ataques más violentos, con descalificaciones llenas de odio y actitudes que conllevan a prácticas que pueden llegar a inducir al terrorismo. Un medio de comunicación escrito recogía que el terrorismo islámico había encontrado en la red la gran herramienta para transmitir su mensaje, en algunos casos con imágenes de jóvenes musulmanes armados que ilustran sus conversaciones o como, una web localizada en Palestina habla del derecho a las armas y todo un manual detallado de cómo deben utilizarse. Sin olvidar los foros que aparecen lideres religiosos transmitiendo mensajes violentos de guerra y la interactuación de la multitud de seguidores repartidos por todo el mundo.

En lo que hace referencia a aquellos grupos que son centro de la atención, como pueden ser por motivos de homofobia, xenofobia, racismo y grupos minoritarios que pueden generar algún tipo de odio. No es de extrañar el observar en alguna red social como en nombre de un grupo de neonazi habla del odio a los maricones, las putas y los negros. Los juegos que hoy pueden adquirirse de una forma fácil y sencilla en cualquier escaparate de productos de videojuegos pueden contribuir a socializar que la violencia puede ser un juego, para más ejemplo el Partido Nazi Alemán, edito un juego en el que el objetivo es disparar a judíos y negros, ilustrado con carteles de Hitler. El odio racial no deja de ser uno de los principales objetivos de la violencia en la red 2.0, existen una multitud de redes sociales que tienen como motivación el odio racial, con una predominante de los blancos en contra de los negros, siendo los judíos el colectivo más perseguido.

En cuanto al radicalismo político, continúa siendo el nacionalismo de todas clases el más destacado en cuanto a la violencia, sin olvidar aquellas ideologías extremas como puede ser el fascismo, donde se afirmaba que los campos de exterminio era un ejemplo de convivencia donde los nazis daban de comer y se preocupaban de las necesidades de los internados. Por último, no podemos olvidarnos del radicalismo del deporte, los cuales los encontramos muy a menudo en la red con mensajes violentos, donde se dan consignas de violencia a los contrincantes en los diferentes eventos deportivos.

Como podemos paliar este tipo de violencia, que de una forma fácil y sencilla entra en nuestros hogares, siendo los jóvenes los primeros perceptores de tal situación. En primer lugar, se necita una legislación tremendamente ágil, que se adecue de forma inmediata a las nuevas formas de violencia, que van incorporándose constantemente en la red, así como, un control minucioso por parte de la administración de esta. Si es en el colectivo de los jóvenes donde más repercusión puede tener la violencia en la red 2.0, es donde la responsabilidad padres y docentes tendrán que jugar un papel importante, más a los padres que deberán tener un mayor control de los contenidos en los cuales sus hijos entran, mediante unas horas de dedicación al ordenador, una supervisión de las páginas de consulta y si es posible que el ordenador personal se encuentre en un lugar de fácil acceso de visualización. No debe caerse por parte de los padres en la comodidad, que mientras sus hijos estén en el ordenador, están controlados, cuando lo único que está es localizado en un espacio físico real, pero en un mundo virtual que puede ser altamente peligroso.

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