Autopista Hacia el Cielo

Me han llamado de allá arriba. No, no era Ricomà, ni Aragonés, ni Sánchez, más arriba, más ... Efectivamente, era San Pedro, que con una voz de subsecretario mal pagado me ha dicho que, si quería ser atendido en catalán, pulsara el 1; si prefería el castellano, que apretara las teclas UHF. Para fastidiar, he dicho bien alto: «Hábleme en Formenterés! No me ha hecho ni caso: «Manténgase en el aparato que le paso una llamada», ha contestado. Era Michael Landon desde el cielo. ¿Qué pasa? Si vosotros sois pobres y tenéis Movistar, yo tengo Cel Phone y puedo recibir llamadas del Fary o Chiquito. Pues el protagonista de «Autopista hacia el Cielo» me ha preguntado si tengo Teletac. «Hombre, sí, pero lo guardo en un cajón porque no tengo coche y, como ahora tengo la Tarjeta Dorada de Renfe, la autopista es gratis ...». Pues me ha dicho que le gusta hablar con gente de la zona porque nació en Bonanza, en la Ribagorza oscense, donde se grabó una famosa serie donde todos iban a caballo y uno era gordito, como los socialistas. El Michael decía que le habían llamado de la Generalitat (se ve que a Territorio también tienen Cel Phone) para avisarle de que no tiremos los Teletac, que pronto los tendremos que volver a utilizar. Yo he exclamado: «¡Hombre, después de tantos años pagando, ahora tendremos que volver a desembolsar para levantar la barrera, como en La Riojana?». No sé qué me ha dicho de la «viñeta» y le he colgado porque ya hace muchos años que dejé de leer el Mortadelo y Filemón. El teléfono ha sonado de nuevo, era Dios, que me pedía que puntuara la atención recibida del 1 al 5. Ya he aprovechado para hablar con él, esta vez sin rezar, y le he preguntado si sabe algo de lo que vamos a pagar. Me ha contestado que esto lo lleva San Isidro en la Casa de la Pradera.