Pippi Langstrump y los tres huevos

Moisés Peñalver

Moisés Peñalver

Cuando eres un adolescente, tu máxima preocupación es ligar y beber cubatas. De adolescente te las cuelan todas: Félix Rodríguez de la Fuente es Greta Thumberg y el Cordobés es Fernando Alonso. Los Pecos interesan más que Felipe Aznar y el rey es ese tío cojonudo que sale en moto sin escolta los domingos, echa piropos a las camareras de Mallorca y sabe llegar un F-18. El «campe» es un tío guapo que fuma, folla, habla inglés, es deportista y tiene tres huevos. Cuando ves por el NO-DO que se besa con el rey de Arabia Saludita… ¡Bah! A ti lo que te interesan son las «relaciones internacionales» de la Flash. Ma Monarquía es como la Inmaculada Concepción o «La Familia y uno más», son afectos ficticios que te han inculcado durante los 40 años de paz que han venido después de los 40 años de paz. Cuando ya tienes carnet de conducir, ya te has estrenado, has dejado de fumar y te duele cuando matan a un toro, rebobinas la memoria y recuerdas aquel poster que colgaron en la clase de EGB en noviembre de 1975. Yo paso del tema zarzuelero e incluso me río cuando los veo, porque encuentro que es un tema vintage y decimonónico. Estos días se habla mucho del tema de las no-investigaciones eméritas. Como escritor de temas negros, me he imaginado una novela en la que el «campe» matase al jardinero. Ya os digo que sería un crimen perfecto, porque no se podía investigar. Si tuviese un accidente, no se haría atestado. Si se saltase un semáforo, no habría multa. Y ahora, imaginemos que a usted se le muere su madre esperando el dinero de la Ley de Dependencia, y ve como Pippi Langstrum se forra. Seguro que el «campe» ganaría las votaciones para presidente de la Tercera República. Recordad que fuma, folla y tiene tres huevos.