Diari Més

Creado:

Actualizado:

Escribí un reportaje sobre las fugas de prisiones para la revistaPlayBoy. Ya, ya sé que ahora algunos de vosotros -guarros- me habéis ovacionado. Busqué el preso que más veces se había fugado en España. Era Juan Diego Redondo Puerta, conocido como «Dieguito el Malo». Conseguir un permiso para entrar a entrevistar a un preso era algo imposible. La Generalitat te da un no rotundo, mientras pones la tele y ves las cámaras de TV3 paseándose por los trullos. Entre compañeros no nos criticaremos, pero sí a una administración que selecciona por audiencia. No podía entrevistar a Dieguito si no ponía en práctica alguna estrategia. Así que fui a un convento de monjas para pedir que contactasen con él y fingiese que yo era un amigo suyo en vez de un periodista. Estuve nueve horas en la cárcel para poder entrar. Ni boli, ni móvil, ni libreta… nada. Memorizar una entrevista entera es una prueba que tendría que entrar en un examen de la carrera de periodismo. Después de estar en una sala con niños llorando, hombres tatuados, exconvictos y yonkis, entré. Recuerdo aquellas gruesas puertas metálicas moviéndose lentamente -como en el Agente 86- y entrar en una cabina que tenía un cristal con un círculo con agujeritos. Al otro lado se sentaba un hombre de cabellos muy largos, como un indio americano, que me mostró su cuerpo lleno de agujeros de bala. No sé que pasa cuando entras a una cárcel a ver a alguien, que aunque sea el mismísimo demonio, sientes empatía por él. Recuerdo que yo hacía preguntas y él gritaba la respuesta, pero yo no lo oía. Pensé exactamente lo mismo que Montserrat Bassa dijo a todo un país des de el Congreso: «Puto Cristal». Puto país.

tracking