Diari Més

Qué hay que saber para afrontar la ola de calor si tienes niños pequeños

Los bebés son los más sensibles a sufrir daños por estar expuestos a las altas temperaturas.

Protegerse del sol es clave para evitar subidas intensas de temperatura.

Qué hay que saber para afrontar la ola de calor si tienes niños pequeñosPixabay

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La ola de calor nos puede llevar, los próximos días, a vivir temperaturas entre los 34 y 38 grados. Este calor continuado puede afectar a las personas más vulnerables, en este caso, los niños pequeños. Los bebés son los más sensibles a sufrir daños por estar expuestos a las altas temperaturas.

La deshidratación puede ser uno de los efectos, pudiendo producirse lo que se conoce como un golpe de calor. Se produce cuando el organismo genera una cantidad de calor que no puede eliminar por los sistemas de refrigeración del cuerpo.

Evitar las horas de más calor

Evitar las salidas y actividades durante las horas más calurosas (generalmente entre la una y las cinco de la tarde) y más todavía, evitar actividades que requieran un esfuerzo físico.

Utilizar ropa fresca

Se recomienda vestir ropa ligera, amplia, si puede ser de algodón, que transpire, y de colores claros, que absorben menos el calor.

Protección constante

Si estamos en el exterior, hay que utilizar protección para la cabeza, un sombrero que permita transpirar. La piel también hace falta protegerla con crema solar. Unas gafas de sol también protegerán los ojos de los pequeños durante las horas en las que las radiaciones solares son más intensas.

Mantener la casa fresca

Se aconseja mantener fresca la casa, cerrando las ventanas o persianas cuando la temperatura exterior sea más elevada, y abrir ventanas y ventilar por la noche, durante la madrugada y a primeras horas de la mañana, cuando la temperatura exterior sea más fresca.

Tener especial cuidado de los bebés

El sistema de regulación de su temperatura todavía es inmaduro, por eso prestar especial atención a su temperatura y estar pendientes de que estén bien hidratados es muy importante. Hay que recordar que nunca se puede dejar un bebé o niño cerrado en el coche y mucho menos con estas temperaturas elevadas.

Hidratación antes de tener sed

La hidratación constante de los niños también es muy importante. Beber agua y zumos naturales. No hay que esperar a la sensación de sed para hidratarse. Es importante comer frutas y verduras que ayuden a tener el cuerpo hidratado.

Detectar el golpe de calor es vital para poder actuar con rapidez y trasladarnos a un centro médico. El golpe de calor se detecta por:

  • Aumento de la temperatura corporal (39ºC o más) y sudoración excesiva
  • Dolor de cabeza y en casos extremos, confusión y pérdida de conocimiento que requiere ingreso hospitalario urgente.
  • Se acompaña de fatiga.
  • Se producen calambrazos musculares.
  • Se producen náuseas o vómitos.
  • Erupción cutánea: piel enrojecida, caliente y, en los casos más extremos, sin sudor.
  • Aumento de las pulsaciones o frecuencia cardiaca.

Y si consideramos que el niño ha sufrido un golpe de calor después de detectar los síntomas, hace falta llamar al servicio de urgencias y reducir la temperatura corporal siguiendo algunas recomendaciones

  • Buscar un lugar fresco donde el niño pueda bajar la temperatura
  • Aligerar la ropa para que el cuerpo se ventile.
  • Mojar al niño con agua fresca. Se puede colocar un trapo mojado en frente, cogote|nuca, muñecas, sobacos o ingles para reducir la temperatura corporal.
  • Ofrecerle agua para rehidratar. Mejor que no esté excesivamente fría y se beba poco a poco para evitar generar un efecto perjudicial por el contraste de la temperatura.
  • Con temperaturas superiores a 40 grados dar un baño con agua fresca para intentar disminuir la temperatura hasta los 38º.
  • Controlar de manera constante la temperatura para confirmar que baja progresivamente.

Con estas recomendaciones, los más pequeños de la casa podrán disfrutar sin problemas de este caluroso verano.

tracking