Cosas que hay que saber para proteger los oídos de los niños en verano

El verano es el momento de refrescarse ya sea en piscinas, en el mar o incluso en lagos o ríos. Los más pequeños no encuentran nunca el momento de salir del agua. Sin embargo, este contacto constante con un entorno húmedo incrementa el riesgo de sufrir una otitis pero también otros factores como pueden ser el uso abusivo de aires acondicionados. Los síntomas son dolor de oído, que aumenta por la noche, fiebre y malestar general. En bebés, la otitis puede provocar náuseas, vómitos, diarrea y alteración del sueño.

Por este motivo, vale la pena tener en consideración algunas recomendaciones para evitar esta dolorosa infección:

Los niños no tienen que nadar en aguas poco limpias, ya que las aguas contaminadas favorecen la aparición de gérmenes que provocan infecciones en el oído.

Proteger el canal auditivo con tapones. En este sentido se recomienda que, cuando se acuda a la playa o la piscina se utilicen tapones de silicona o cera que protejan el conducto auditivo de posibles gérmenes. Si hay antecedentes de graves infecciones podemos encargar tapones hechos a medida en tiendas especializadas para sellar de manera más efectiva el canal auditivo.

Evitar los bastoncillos para retirar la cera y limpiar el oído porque estos elementos pueden obstruir el canal auditivo empeorando el tapón.

Evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes y a corta distancia, como los petardos que pueden dañar el órgano. Se recomienda limitar el tiempo de escuchar música mediante auriculares y reducir el volumen si es demasiado alto.

Finalmente, si se tiene que realizar un viaje en coche de muchas horas o hay que coger un avión, masticar un chiclé durante el camino o en el aterrizaje y despegue del avión anula el efecto del cambio de presión.

A la hora de zambullirse, es mejor hacerlo a poco, sobre todo si las aguas son profundas. Un chapuzón precipitado podría provocar la entrada brusca de agua en los oídos y la consiguiente aparición de infecciones.

Y otro aspecto muy importante es secar bien los oídos con una toalla después del contacto con el agua. Aunque se utilicen tapones, se recomienda al salir del agua secar siempre bien los oídos. Este gesto puede prevenir posibles infecciones a causa de la humedad.