Diari Més

+Animals

¿Qué hay detrás de la estigmatización de los perros PPP?

La ordenanza tarraconense establece un total de 13 razas en esta categoría

Un perro de la raza American Stanfford.

La estigmatización de los perros PPPPixabay

Publicado por

Creado:

Actualizado:

A lo largo de la historia, muchos perros han sido catalogados como peligrosos únicamente basándose en el criterio de la raza. Son los llamados Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) e, incluso, se puede leer 'Perros de raza peligrosa', categoría inexistente en el ámbito jurídico que perjudica gravemente a estos animales.

Como consecuencia, las protectoras reciben un grave problema: animales de razas estigmatizadas que poca gente apuesta para adoptar. También reciben casos de animales decomisados de propietarios que no tenían su correspondiente licencia o por haber sido utilizado para peleas. Estos animales tienen la desgracia que «oficialmente» ninguno voluntario o trabajador de la misma puede sacarles a pasear o a socializarlos para no disponer de la pertinente licencia.

Actualmente estos animales se catalogan mediante normativa estatal que puede ser ampliada localmente por razas; por características físicas o por haber protagonizado agresiones a otros animales o personas. Las leyes llaman a determinadas razas de perros como Potencialmente Peligrosos y se las atribuye un comportamiento potencialmente agresivo sin tener en cuenta a cada individuo.

La abogada especializada en Derecho Animal, miembro de la entidad de defensa animal ADAT, y experta en modificación de conducta de perros, Aina Paredes, explica que «entendemos que sería mucho más ajustado al espíritu de la ley, así como a las otras normativas de protección animal que se siguieran criterios conductuales de cada individuo y capacidad de gestión de cada propietario, estableciendo, en lugar de pruebas psicotécnicas para obtener la licencia municipal pruebas de conducción del perro, de comunicación y relación con otros individuos que determinaran si este perro muestra una buena conducta y si el propietario tiene un buen control de lo mismo o bien si hay que tomar medidas de seguridad como las que se establecen una vez se han catalogado como GPP».

La ordenanza tarraconense establece un total de 13 razas en esta categoría: Bullmastiff, Dóberman, Dogo argentino, Dogo de burdeos, Fila brasileño, Mastín napolitano, Pit hierve terrier, Presa canario, Rottweiler, Staffordshire hierve terrier, American Staffordshire terrier, Tosa Inu o japonés y Akita Inu. También se considerarán peligrosos los perros que procedan del cruce de cualquiera de estas. Tener un perro peligroso sin la correspondiente licencia o abandonar a uno, estará sancionado con 2.500 euros.

Las consecuencias de la normativa

Paredes también apunta que «esta categoría de PPP y regulación estigmatiza ciertos perros, dificultando su adopción e inserción en otros perfiles de propietarios más familiares y menos conflictivos» y apunta que «la normativa actual limita su comunicación, socialización, movimiento... creando daños conductuales, físicos y psicológicos graves a los animales, que no pueden cumplir con sus necesidades etológicas básicas, de movimiento, relaciones sociales. Resultando pues contrario realmente a una tenencia responsable de cualquier perro, que precisamente obliga a cubrir estas necesidades.»

Por su parte, Marcos Javier Ibáñez, experto internacional en modificación de conducta canina y director del centro TAKODA explica que «los catalogados como PPP son animales que tienen capacidad física y se han hecho muy receptivos al guía, a la familia. Los problemas de conducta no tienen que ver con la raza, todos los perros tienen potencial porque todos tienen dientes». Este experto, autor de varios libros, explica que «el principal problema es que por el hecho de ser PPP, hay gente que los coge, los entrenan, los dan una vida miserable porque buscan tener este perro peligroso y una imagen social. Eso es lo que daña verdaderamente a estas razas» y apunta que la normativa que se crea para ser la solución de la problemática contribuye a esta estigmatización.

La educación y las necesidades básicas

Ésta es la clave para prevenir mordiscos y comportamientos agresivos, no solo en estas razas sino en cualquier perro. «Todos los perros requieren educación, algunos son más sensiblesa la señaldel humano, con mínima implicación de este, y hay otro tipo de perro que requiera más esfuerzo, todos lo necesitan para su integración social» y añade que «estos perros tendrían que caer en manos de gente que potencien su buena conducta. Cualquier raza si la maltratas y les das mala vida, se convierta en un perro peligroso». En particular, socializar correctamente al perro para que esté acostumbrado a convivir con niños, otros animales y diferentes tipos de personas es básico. También dedicar tiempo y ayuda profesional para que el animal conozca las normas básicas de comportamiento y obediencia.

Es importante, apuntan a los expertos, que las familias expliquen a sus hijos como tratar a los animales con los que conviven y cómo comportarse delante un perro desconocido. Los animales, de cualquier raza, llevados al extremo puede tener como consecuencia que el comportamiento deribe en un mordisco.

tracking