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Consejos para calmar tu perro cuando tiren petardos por las verbenas

Los días posteriores a las verbenas, los centros de acogidas de animales se encuentran con muchos perros que se han escapado por miedo

Perro asustado.

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Sant Joan, Sant Pere y fiestas mayores. Empieza la época de verbenas donde los petardos son los protagonistas. Tirar un petardo y que 'pete' fuerte puede ser un acto muy divertido para amenizar las verbenas, pero para los animales de compañía es una de las peores épocas del año. El pánico y el terror de los animales por el fuerte ruido y de manera inesperada de los petardos, produce que algunos perros pasen una de las peores noches del año. Seguramente durante el proceso de socialización del animal no se acostumbró a este ruido tan intenso.

Para combatir el temor y hacer más amenas las noches de verbenas, os recomendamos una serie de consejos para que vuestros animales de compañía no lo pasen tan mal. Como consecuencia de este miedo, los días posteriores a las verbenas los centros de acogidas de animales se encuentran con muchos perros y otros animales que se han escapado por el terror que les provoca.

En primer lugar, los perros tienen pánico a los fuertes ruidos como el de los cohetes a causa de la sensibilidad auditiva, pueden escuchar hasta 60.000 Hz. Un ruido que es inaudible para los humanos, hace que los animales asocien este sonido tan fuerte y de manera inesperada a un posible peligro inmediato. Por lo tanto, se produce una situación de estrés que no llega a esfumarse porque el siguiente petardo ya ha sonado.

El responsable del animal es el referente de seguridad del animal, por lo tanto el propietario se tiene que mostrar con un carácter calmado para transmitirle esta sensación. No dejarlo sin atar en ningún caso es lo mejor que se puede hacer, se evita que se escape. Hay que destacar que extremaremos las precauciones con el tipo de collar o arnés que utilicemos, dado que si estiran hacia atrás y va demasiado suelto, fácilmente pueden quitárselo y huir.

Tenemos que procurar que los paseos sean tranquilos y sin tensión de la correa, y tratar de salir a la calle a horas que no haya mucho alboroto. Uno de los mejores consejos es respetar las decisiones de tu animal, si se quiere esconder vale la pena respetarlo.

Crear una zona de seguridad, puede ser una gran solución. El lugar servirá al perro para esconderse mientras dura el ruido. El refugio tiene que ser de dimensiones reducidas y oscuro. Puede ser útil el transporté canino o una sencilla caja de cartón. Si tiene un nivel incipiente de ansiedad, puedes intentar distraerlo con un juguete que le guste o su comida preferida.

Tenemos que intentar reducir el ruido dentro de la casa: dejar la tele o la radio encendida; cerrar las ventanas... Y siempre que sea posible, estar en casa con él, ya que el hecho de que los propietarios estén en casa da mucha seguridad al perro.

Los perros y los gatos tienen actitudes parecidas, pero para los segundos es un poco más complicado porque tienden a salir más. Es recomendable cerrarlos durante la noche, aunque estén maullando. También es recomendable cerrar las ventanas para que no llegue el ruido ni los gatos puedan saltar.

En casos extremos, en que el animal sufre un estado de ansiedad grave es recomendable visitar al veterinario que nos aconsejará sobre la posibilidad de administrar un producto para hacer que el perro esté más relajado y tranquilo. Hay muchos productos en el mercado, incluso algunos creados expresamente para combatir la fobia al ruido. Es importante sin embargo, no hacerlo de manera autónoma y visitar a un profesional que nos concretará la dosis y la manera de administrar el producto seleccionado.

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