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Condenan 26 años y 9 meses de prisión al hombre que mató a la madre a Sils por quedarse la pensión

El tribunal desestima el recurso de la defensa y descarado que la condena impuesta por la Audiencia fuera «desproporcionada»

Condenan 26 años y 9 meses de prisión al hombre que mató a la madre a Sils por quedarse la pensión

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El TSJC confirma la pena de 26 años y 9 meses de prisión para el parricida de Sils (Selva). El tribunal ha desestimado el recurso de la defensa y ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia de Girona que, en base al veredicto del jurado popular, condenó Jorge Gutiérrez por un delito de asesinato en concurso medial con un delito continuado de fraude en la Seguridad Social y un delito de falsedad documental. La sentencia afianza que durante el juicio se probó que la mañana del 9 de noviembre del 2017 mató la madre al domicilio familiar para ocultar que había pedido un crédito de 13.000 euros a su nombre y que decidió esconder el cuerpo envuelto en plástico en una habitación de la casa para poder seguir cobrando la pensión de la víctima.

La sentencia de la sala de lo penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), de la que ha estado poniendo el magistrado Carlos Mir, desestima el recurso de la defensa y rechaza que la pena impuesta por la Audiencia de Gerona sea «desproporcionada». La sala recopilación que el veredicto del jurado popular se basó en pruebas sólidas para concluir que el procesado, Jorge Gutiérrez, mató a la madre por dinero: «Lo que dice el jurado es que considera probado que el móvil o motivo del acusado para acabar con la vida de su madre era económico, para procurar que no se descubriera que había contratado un préstamo de 13.000 euros a su nombre y obtener ingresos periódicos apropiándose de su pensión de viudedad».

Una conclusión, apunta el TSJC, que se basa en el informe de operatividad bancaria que acredita que, en fechas próximos al crimen, el acusado aumentó su tren de vida y empezó a gastar dinero en hoteles, desplazamientos o joyerías que «no podían cubrirse con los ingresos del acusado», que no tenía nómina ni ingresos fijas mensuales. Estos gastos se mantuvieron después del asesinato y no los pudo cubrir «ni con el préstamo que había pedido ni con la pensión de la Seguridad Social de la madre, que el acusado se gastaba cada mes».

Por eso, el tribunal considera ajustada a derecho y descarta que sea desproporcionada la pena impuesta por la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de finales de noviembre pasado. La resolución, de la que fue ponente la magistrada Sonia Losada, consideraba que existía un concurso medial del delito de asesinato y el de estafa en la Seguridad Social: «El asesinato se comete para preparar o para asegurar a la comisión de otro delito, aunque no sea estrictamente necesario o ineludible». Por eso, le impuso 25 años de prisión (la máxima) porque concurrían las circunstancias agravantes de alevosía y parentesco. «La pena es plenamente ajustada a derecho», concluye el TSJC.

Además, la Audiencia le impuso 1 año y 9 meses de prisión y 1.620 euros de multa por el delito de falsedad en documento mercantil, por haberse hecho pasar por la madre para firmar el préstamo.

El TSJC también rechaza el argumento de la defensa que consideraba que el jurado popular le tendría que haber apreciado una atenuante de confesión o colaboración con la justicia. La sentencia arguye que Jorge Gutiérrez, tal como recogió el veredicto, «no colaboró en absoluto» con la policía ni con la justicia hasta que localizaron el cuerpo de la mujer en una habitación de la casa familiar a la urbanización Vallcanera. Es más, la sentencia observación que desde el asesinato y hasta la entrada y registro de la casa estuvo fingiendo que la madre estaba viva, incluso delante de su hermano y las amigas de la víctima.

El crimen tuvo lugar la mañana del 9 de noviembre del 2017 que el procesado asfixió a la mujer hasta la muerte y los Mossos localizaron el cuerpo el 31 de agosto del 2018. Después de meses echándola de menos y de recibir explicaciones extrañas por parte del hijo, las amigas denunciaron su desaparición a la Policía Local de Sils en agosto del 2018. Después de comprobar que se trataba de una desaparición inquietante y de no conseguir contactar con la víctima, la policía puso el caso en conocimiento de los Mossos d'Esquadra. La División de Investigación Criminal (DIC) consiguió la autorización judicial para entrar en la casa, situada en la calle Tigre.

En una habitación sellada con espuma de poliuretano, localizaron el cuerpo de la víctima. después de matarla, el condenado la ligó con bridas y la envolvió con plástico.

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