El ladrón siempre actuaba de la misma manera: en horario de apertura intimidaba a los trabajadores con un arma blanca con el objetivo de llevarse el dinero de la caja registradora.
Gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad y las gestiones de investigación, los agentes obtuvieron una esmerada descripción física del presunto autor. Con esta información, las dotaciones policiales hicieron varios dispositivos específicos con el fin de identificarlo y lo localizaron. Finalmente, el 16 de septiembre lo localizaron y detuvieron en una estación de metro de l'Hospitalet de Llobregat.
El arrestado, con tres antecedentes policiales, pasó a disposición judicial y el juez instructor decretó su ingreso en la prisión.