A raíz de los hechos, todos los grupos municipales del ayuntamiento han consensuado un manifiesto conjunto de condena y rechazo a la presunta agresión. El consistorio ha puesto a disposición de la víctima «todos los recursos necesarios para su atención y recuperación», y ha manifestado su voluntad de «seguir trabajando para conseguir una ciudad libre de agresiones y conductas sexistas». «Nuestra ciudad no tolera ningún tipo de agresión sexual, sexista o lgtbifòbica y trabaja con el fin de erradicarlas», ha asegurado a través de este comunicado.
En este sentido, ha recordado que las agresiones sexuales «son una violación de los derechos humanos fundamentales» y, al mismo tiempo, «un delito y un grave problema social y político». «La violencia sexual es una forma de violencia machista que nos afecta a toda la ciudadanía», subraya el documento.