La acusada ha respondido sólo a las preguntas del abogado de la defensa, David Muñoz, y se ha acogido al derecho a no contestar a las preguntas del fiscal Enrique Barata y de la acusación particular, encabezada por los letrado Óscar Álvarez y Óscar Ballester en nombre del padre de la víctima. Tampoco ha respondido a las cuestiones planteadas por el jurado popular que a partir de mañana se retirará a deliberar hasta llegar al veredicto.
Ha sido un interrogatorio muy breve. La mujer ha explicado que se había dejado de tomar la medicación que tenía prescrita tan pronto como le dieron el alta del último internamiento psiquiátrico que tuvo: «Desde que había vuelto a casa no la tomaba». Estuvo ingresada en el parque hospitalario Martí y Julià de Salt desde el 18 hasta el 24 de diciembre y anteriormente también había sido durante un periodo más largo; desde agosto hasta el 11 de diciembre.
Respondiendo a las preguntas de la defensa también ha dicho que su relación con la niña era «buena» y que la amaba. La procesada ha negado que hubiera planeado el crimen antes de hacerlo, aunque durante el juicio los investigadores han afirmado que la mujer dijo que hacía días que le rondaba por la cabeza. Finalmente, el letrado le ha preguntado directamente por qué lo hizo, por qué decidió acabar con la vida de la pequeña: «Lo veía todo negro y no quería que ella sufriera».