La compañía ha presentado durante esta semana sus últimas novedades basadas en los materiales y la economía circular en Expoquimia, el salón del sector químico
En el 2030 se acerca inexorablemente. Cada paso que damos dirigiéndonos hacia esta fecha nos recuerda que la cuenta atrás para vivir en un planeta más sostenible se acelera. Los pequeños gestos que cada uno de nosotros como individuos hacemos son importantes, pero sin innovación, son insuficientes.
BASF lo tuvo claro desde el principio, hace seis años, cuando la ONU se estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Tanto es en así que la compañía se los ha hecho suyos y desde entonces trabaja para aportar todo tipo de soluciones que ayuden a alcanzarlos. La fórmula de innovación y compromiso sostenible que forma parte del ADN de la compañía alemana está teniendo resultados punteros que demuestran que el futuro se construye hoy. Algunas de estas propuestas se han podido ver a lo largo de esta semana en Expoquimia, el salón internacional del sector químico que se ha llevado a cabo en Fira de Barcelona.
Ser circulares o no ser
Son muchos los retos en los cuales nos enfrentamos derivados de un estilo de vida y de producción totalmente insostenible. Uno de los más alarmantes es, sin duda, la contaminación por residuos plásticos. Basura en las playas, en la montaña, en enormes vertederos o flotando en el mar evidencian que si no hay un cambio, vamos a la deriva. Ante este panorama, se ha buscado un enemigo público global y este es el plástico. Ahora bien, el material como tal nos ha permitido grandes avances y una mejora de la calidad de vida en ámbitos como la alimentación, la salud, la vivienda o el transporte imposibles de conseguir sin él. Así pues, culpabilizar el material, o incluso intentar suprimirlo de nuestras vidas, no es la solución. Entonces, ¿qué podemos hacer? En la gestión de los residuos encontramos la respuesta.
Son diversos los tipos de plásticos que se pueden reciclar sin problema por procesos mecánicos. Hay otros, sin embargo, como los plásticos mixtos, los plásticos con residuos o los envases multicapa de alimentos a los cuales no se les puede dar una nueva vida y acaban en los vertederos o en incineradoras. Ante este problema, BASF ha cogido la bandera de la innovación y ha desarrollado ChemCycling.
ChemCycling es un proyecto pionero de reciclaje químico para reciclar plástico mediante la pirólisis. Se trata de una técnica que transforma químicamente los residuos plásticos en sustancias que se pueden utilizar como combustible o materia prima. Para conseguirlo, los residuos pasan un proceso químico que supone la descomposición térmica de sustancias cuando estas se calientan a temperaturas elevadas en una atmósfera inerte, sin oxígeno. El resultado: nuevos productos plásticos 100% circulares que tienen las mismas propiedades que los que se han fabricado directamente a partir de materias primas fósiles, cosa que permite que sus clientes puedan procesarlos de manera convencional y utilizarlos en aplicaciones exigentes.
Un carro de compra sostenible
Son diversos los productos finales que BASF junto con algunos de sus clientes ha desarrollado mediante materias surgidas del ChemCycling. Uno de los más paradigmáticos es el EcoCart e-180. Se trata del primer carro de supermercado ecológico y circular, ya que se ha fabricado únicamente mediante plástico postconsumo reciclado químicamente.
La clave del EcoCart e-180 no es solo su sostenibilidad, que lo hace único en el mundo, sino las características que lo definen cómo son la ligereza o la durabilidad, respondiendo así a las demandas de los clientes y de los usuarios finales, que somos nosotros cuando hacemos la compra.
Materiales de alto rendimiento
Justamente las prestaciones de los materiales son una de las prioridades para BASF, que crea soluciones que se adapten a cada contexto. El EcoCart es un buen ejemplo, pero en Expoquimia se ha visto otro que ha sorprendido a los visitantes de Fira de Barcelona. Es Ren Chair y ya lo han definido como la silla de ruedas del futuro. Este revolucionario prototipo ofrece una experiencia completamente nueva al usuario dándole más autonomía y más confort gracias al control mediante app y a los materiales de alto rendimiento de BASF que se han utilizado en su construcción y la de sus sensores y conectores. Y es que este es el objetivo de la química: encontrar soluciones que nos permitan aumentar la calidad de vida para tener un futuro mejor.
Tres innovaciones revolucionarias que BASF ha llevado a Expoquimia
EcoCart, el primer carro ecológico del mundo
Hacer la compra de manera sostenible tiene muchas implicaciones, pero nunca nos pasaría por la cabeza que una de ellas implica que el carro que utilizamos en el supermercado es 100% circular. BASF y Polycart han desarrollado el EcoCart e-180, fabricado totalmente con plástico reciclado químicamente. Las piezas estructurales de carro se han hecho con Ultramid, un plástico procedente de ChemCycling. No se mezclan otros materiales ni ningún aditivo industrial, cosa que permitirá reciclarlo nuevamente al final de su vida útil. Se produce sólo en el color gris derivado del material reciclado y no se utilizan colorantes.
Ren Chair, la silla de ruedas del futuro
Los usuarios de sillas de ruedas buscan comodidad y máxima autonomía. Estas características son las que definen la silla Ren Chair, creada por Wheel-Line y REHTO Design con materiales de BASF. El poliuretano termoplástico, el poliuretano termoplástico expandido y otros plásticos técnicos no sólo son más ligeros que otros materiales utilizados en las sillas de ruedas convencionales, sino que tienen más durabilidad. Este prototipo incorpora sensores y conectores fabricados con los plásticos Ultramid y Ultradur, que los hacen más resistentes a averías y mejoran su seguridad, a la vez que facilitan su conectividad.
Pioneros en el 5G aplicado a la industria
La apuesta por la innovación de BASF no sólo se reduce a sus materiales y soluciones sino que también pasa por la manera como produce. Estos días en Expoquimia BASF ha mostrado cómo está implementando la primera red de 5G privada de la industria química española. La compañía ya lo ha instalado en centros de Alemania, Bélgica y China y ahora es el turno del centro productivo de la Canonja. Esta prueba piloto supone un antes y un después por el centro, ya que les permitirá avanzar en una nueva forma de operar y desarrollar la industria 4.0 y la aplicación de la Internet de las Cosas.