'Sex Education' un retrato del sexo adolescente sin tabúes

Después de Stranger Things y 13 Reasons Why , Netflix ha vuelto a apostar por una serie de carácter adolescente convirtiendo Sex Education en la sorpresa de este 2019. Seguramente la aparición de la actriz estadounidense Gillian Anderson, conocida por interpretar a la agente del FBI Dana Scully en The X-Files , hizo que muchos seriéfilos le dieran una oportunidad que, después, inició aquel ciclo obsesivo de 'un capítulo más y paro'.

Lo que, aparentemente, se presenta como una serie para adolescentes ha conseguido enganchar a todo tipo de público, sobre todo a los más nostálgicos de sagas como American Pie, y recibir los aplausos de la crítica en una serie inclusiva y diversa. Porque Sex Education es eso, una serie explícita sobre los inicios en el mundo del sexo y la masturbación, que rompe los cánones de la masculinidad tóxica y que presenta personajes muy diversos. Está ambientada (cómo tenía que ser) en un grupo de adolescentes de instituto cargados de hormonas, preguntas y miedos.

El protagonista de esta historia es el tímido e inseguro Otis Milburn (Asa Butterfield), hijo de la famosa Doctora Jean F. Milburn (Gillian Anderson) una terapeuta sexual de éxito, divorciada, que vive el sexo libremente y sin ataduras. El mejor amigo de Otis es Eric Effiong (Ncuti Gatwa), un adolescente gay que sufre bullying y que forma parte de una familia de origen africano con unas creencias religiosas muy arraigadas. Otis conocerá a Maeve Wiley (Emma Mackey) una chica del instituto de carácter antisocial y rebelde con la cual empezará una relación profesional: los dos abrirán una 'clínica' de terapia sexual clandestina para ayudar a los alumnos del instituto a resolver dudas sobre sexo. Y porque no, así aprovechan para ganar dinero.

Los primeros capítulos de la serie son episódicos, cada uno relata el caso de un adolescente y como Otis les intenta aconsejar con la ayuda de los consejos que le da su madre. Pero a medida que la trama va avanzando y los vínculos entre personajes van cogiendo fuerza, esta estructura se va fragmentando y hace que la serie no se haga pesada ni predictible. Dividida en 8 capítulos de 45 minutos, es una serie ideal para hacer un 'maratón'.

La temática del sexo adolescente ha estado muy explotada pero en este caso Sex Education es, en ciertos momentos, una comedia y en otros se puede convertir en un drama sobre las inseguridades y la aceptación de uno mismo. Por ejemplo, uno de los personajes más aplaudidos es el de Eric Effiong, no por el hecho de ser un chico homosexual, su historia aborda el descubrimiento de su propia identidad y la aceptación de sí mismo. También el personaje de Aimee Gibbs (Aimee Lou Wood) ha enamorado a los fans de la serie, no por su carácter, sino por la evolución del personaje y su propio empoderamiento sexual, siempre visto desde una perspectiva cómica y divertida.

A principios del mes de febrero Netflix anunció que ya está trabajando en una segunda temporada, y no es de extrañar, ya que durante las primeras tres semanas de emisión Sex Education consiguió enganchar a 40 millones de usuarios. Definitivamente, Sex Education tendría que aparecer a tu lista de series preferidas de Netflix.