El árbitro y Jackson dejan en el Nàstic sin el sueño del ascenso (2-0)

El Nàstic de Tarragona pierde contra el Villarreal B y se queda sin el sueño del ascenso. Los grana lo han intentado con una buena primera mitad, pero después del primer gol de Jackson el equipo se quedó aturdido y fue dominado por el filial groguet. Las decisiones arbitrales no ayudaron y el equipo no consiguió recuperar las buenas sensaciones para remontar el partido.

El colegiado Germán Cid, castellano-leonès, anuló un gol totalmente legal en el Nàstic a la primera mitad, pero Jackson se encargó para matar y rematar en el Nàstic en la segunda. Los grana consiguieron elaborar una buena primera mitad, pero se quedó en nada y tendrá que buscar el sueño del ascenso el próximo año.

El equipo grana salió a primera mitad con el once de gala. Agné no dudó y repitió a los mismos once gladiadores que disputaron la semifinal contra el Ferrol y la decisión tuvo éxito. El Nàstic salió con plena confianza de sí mismo y eso se hizo notar sobre el terreno de juego. Los jugadores de Raúl Agné se anticipaban a todas las pasadas del Villarreal B e impedían jugar con comodidad al filial groguet.

Los de Agné presionaban en campo contrario y, poco a poco, alcanzaban el control de la pelota. Este hecho se tradujo en ocasiones y Pablo fue el protagonista. El delantero asturiano se dedicó a montar contraataques, pero los primeros remados en portería los hizo Romera. El atacante andaluz remató con potencia en dos ocasiones, pero ambas las paró Álvarez.

Parecía que era cuestión de tiempo que el Nàstic marqués el primer gol y, en una jugada de córner, Pablo lo hizo. Joan Oriol puso la pelota sobre el área pequeña y el portero del Villarreal salió a atrapar la pelota en el aire, cayó al suelo y el esférico quedó muerto en el área pequeña. Pablo estuvo atento y marcó, pero el árbitro anuló la diana por falta sobre el portero. Esta acción fue totalmente penal porque cabe jugador grana provocó la caída del meta, pero el colegiado no lo entendió así.

El Villarreal B no se dejaba dominar al cien por cien y también tuvo sus acciones de contraataque, pero el muro grana estaba más alzado que nunca. El primer baluarte se encontraba en medio del campo. Ribelles birlaba todas las pelotas que le pasaban cerca y si alguna se lo escapaba, allí estaba la defensa grana.

El partido llegó al descanso con empate a cero, pero el Nàstic merecía más. El inicio del segundo tiempo empezó, sin embargo, con un golpe muy duro que dejó aturdido a todo el equipo y la confianza se hizo añicos. El Villarreal mostró su verticalidad y consiguieron colar una pelota entre Aythami y Quintanilla. Jackson, el crack groguet, salió disparado y superó a los dos defensores para plantarse solo contra Manu García. El delantero no falló y batió al portero del Nàstic con contundencia para poner en el Villarreal por encima en el marcador.

Los grana desconectaron, que un rival aconseguis marcar antes que ellos era una cosa que no sucedía desde el partido contra el Sabadell hace más de un mes. El Villarreal B hizo la suya y aprovechó el momento para dominar a los grana. Y lo consiguieron. El árbitro, sin embargo, también ayudó. El colegiado no se mostró acertado en sus decisiones, cuando Pedro del Campo tocaba la pelota para recuperar la posesión, el árbitro veía falta. Cuando un jugador del Villarreal B tocó la pelota con la mano dentro del área, el árbitro no lo quiso ver.

El Nàstic buscaba el remontamiento, pero el Villarreal B no se lo ponía fácil y el árbitro, menos. Los minutos pasaban y cada segundo era una piedra más a espaldas de los grana, que intentaban el remontamiento en la desesperada.

Los grana se notaban desesperados y, en el tiempo de descuento, Jackson lo aprovechó para sentenciar el partido.