Diari Més
Pedro del Campo

Jugador del Gimnàstic de Tarragona

«Estamos a un 50 o un 60% de nuestras posibilidades»

Del Campo asegura que «estamos cerca de ganar el primer partido fuera de casa»

Pedro del Campo llegó a Tarragona para convertirse en el cerebro del Nàstic y, de momento, está siendo titular indiscutible en los esquemas de Raúl Agné.

«Estamos a un 50 o un 60% de nuestras posibilidades»Gerard Martí

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—¿Cómo se está encontrando tanto en el Nàstic como en Tarragona?

—Todo está superando mis expectativas. Sabía que el Gimnàstic era un club grande, con muchos recursos y que funcionaba de forma profesional, pero me sorprendieron algunos aspectos que me demuestran qué es este club. Con respecto a la ciudad, muy bonita, parecida a Girona, y ahora lo estoy descubriendo. Todo me aporta bienestar y también creo que influye en mi rendimiento.

—¿Qué es lo que más le ha sorprendido del cambio entre Olot y Tarragona?

—El club tiene muchos más recursos, tanto económicos como humanos. También la exigencia, la categoría y muchos otros aspectos.

—¿Por qué dio el salto a un equipo grande este verano? ¿En temporadas anteriores no había tenido la oportunidad o, simplemente, decidió que este era el año?

—A lo largo de mi carrera, yo mismo me había puesto muchas limitaciones. Siempre había priorizado estar en un ambiente estable, próximo, preocuparme por los estudios... Y después de estar unos cuantos años jugando a Segunda División B con un buen rendimiento, me llegó esta oportunidad. Creo que era el año ideal para intentarlo y para afrontarlo con las máximas expectativas y la máxima confianza.

—¿Se siente a gusto en el 4-4-2?

—Sí. Realmente, he jugado muchos años con este sistema y que da mucho equilibrio. Permite tapar mucho el juego interior y también ayuda a condicionar y presionar gracias a actuar con dos delanteros. El 4-4-2 permite atacar bien y defender bien.

—Los que juegan en el centro del campo, como usted, también se tienen que esforzar mucho en tareas defensivas. ¿No le gustaría jugar un poco más liberado?

—Al final, el sistema sólo se mantiene al inicio. Nosotros nos basamos mucho en el juego de posición e intentamos ocupar bien los espacios, no tenemos líneas rígidas. Tenemos bastante libertad para ocupar los espacios y tener libertad.

—¿Le gusta jugar por fuera?

—Sí. Incluso, he jugado algún año por la izquierda y, si lo tuviera que hacer en el Nàstic, lo afrontaría con la máxima ilusión. Ahora bien, si tengo que escoger, me gusta más jugar por dentro.

—¿Está satisfecho de su rendimiento o cree que el mejor Pedro todavía tiene que llegar?

—Tanto en mi caso como en el del equipo, hay margen de mejora. Me atrevería a decir que estamos a un 50 o un 60% de nuestras posibilidades. Es una categoría nueva, con condicionantes nuevos y jugadores nuevos y una idea del entrenador que es muy compleja. El entrenador tiene una idea buenísima, pero necesitamos un tiempo de aprendizaje. Creo que el mejor Pedro todavía se tiene que ver.

—¿Por qué el equipo lo gana todo en casa y, cuando actúa fuera, le cuesta tanto puntuar?

—En casa nos sentimos más fuertes, ya que la afición nos ayuda mucho. Fuera, pasa lo mismo con los otros equipos. De todos modos, creo que estamos en una buena línea, el trabajo se hace bien y tenemos que seguir confiando. Creo que estamos cerca de ganar el primer partido fuera de casa.

—Están ganando después de jugar buenos partidos, pero también lo han hecho, como es el caso del pasado sábado contra el Sabadell, sufriendo más de la cuenta. ¿Eso ayuda a crecer?

—Eso significa que el equipo es versátil y que se sabe adaptar a las circunstancias. Creo que tenemos que encontrar un poco más de regularidad en el juego, sin embargo, como decíamos, si el equipo gana cuando no está bien, imagínate cuando esté a pleno rendimiento.

—¿Vivir en la parte alta de la tabla clasificatoria los aporta tranquilidad o presión?

—Trabajar desde la victoria y desde posiciones elevadas aporta confianza, seguridad, tranquilidad y que podamos seguir creyendo en nosotros mismos.

—¿No subir esta temporada a Segunda A significaría una decepción, un fracaso u otra cosa?

—Depende. No ascender después de haber quedado décimos, quizás sí que sería un fracaso. Ahora bien, no hacerlo habiendo disputado una promoción de ascenso en la cual no estás entonado y no subes, es diferente. Es una situación que se tendría que analizar.

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