Oliva deja el 'play-off' a un suspiro (1-0)

Un punto. Eso es lo que necesita el Gimnàstic de Tarragona para disputar el play-off de ascenso a Segunda División A. El triunfo de los grana contra el Alcoyano, combinado con la victoria de la Andorra hacen que todavía quede un paso más en el camino de los grana hacia la profesionalidad. Un gol de Oliva sirve a los tarraconenses para seguir soñando y para dejar claro que lucharán hasta el final el ascenso a la segunda categoría del fútbol español.

Era un día en el cual Toni Seligrat tenía que tomar decisiones. Tres de los futbolistas titulares el pasado domingo en la Ciudad Deportiva de Villarreal tenían que ver el partido desde la gradería, por motivos diversos, y el técnico tenía que decidir. Carlos Albarrán y Fausto Tienza estaban sancionados por acumulación de amonestaciones, mientras que Pedro Martín no podía jugar por lesión. En estos tres, además, se les sumaba un Alex Quintanilla con coronavirus y que todavía no entra en la dinámica del equipo.

La determinación más complicada de las tres era decidirse por un lateral derecho. El recambio natural era Guillem Jaime, que todavía no había debutado como titular, pero el buen momento de Pol Domingo también convertía en complicada su suplencia. Finalmente, Seligrat apostó para dar continuidad al de la Pobla de Montornès, por lo que volvía en el eje de la defensa Marc Trilles, al lado de un Jesús Rueda a que realizó un partido espectacular en Villarreal y que se había ganado la continuidad. A la izquierda, como siempre, Joan Oriol.

También era necesario saber quién acompañaba a Francesc Fullana y a Fran Miranda a la medular. Esta era más sencilla: Javi Bonilla. Y, por último, la baja de Pedro la suplía un Gerard Oliva que devolvía a la titularidad en punta de ataque, con Brugui y Fran Carbia en las bandas.

Muy serio inició el enfrentamiento el equipo local, con un Brugui enchufado como nunca y un Carbia que buscaba conectar con el gerundense, conocedor que toda sociedad con el zurdo sería siempre beneficiosa. Oliva, que se había devuelto para quedarse, no quiso quedarse fuera y estuvo cerca de marcar a los siete minutos de juego. Brillando pasada de Brugui hacia Carbia en el interior, la esférica acaba en pies de Oliva y este remata en el exterior de la red de José Juan. A partir de este momento, la voz cantante la tuvo el Nàstic. Cuatro minutos después de la ocasión del de Riudecanyes llegó el momento de Bonilla. Buena recuperación del Nàstic para que Fullana se llevara la esférica por banda izquierda e hiciera la pasada de la muerte, hacia atrás, cabe en un Bonilla que se encontró con un espléndido José Juan, ya que desvió el peligro en córner.

El Nàstic tenía el partido en su terreno. No tanto por la posesión de la esférica, que no siempre es necesaria, sino porque los esfuerzos de los tarraconenses se producían en zonas clave y en los momentos oportunos. El incansable Carbia volvió locos a los defensores rivales, asfixiándolos siempre que podía. Al mismo tiempo, Brugui hacía metros para intentar robar la cartera a los defensores y Oliva, en su particular duelo contra todo el mundo, también se dejó la piel. Fullana y Bonilla se encontraban cómodos con metros para correr y los defensores sufrían poco. Excepto alguna jugada en pelota parada, el Nàstic no sufría.

El gol tenía que llegar. Se encontraba tan a gusto el Nàstic en el campo que era cuestión de tiempo que subiera el primero, y así fue. Lo anotó quién más lo necesitaba, uno Oliva que la empujó, marcando un gol de delantero centro, de aquellos en los cuales los puntas demuestran que están en el lugar que tienen que ser. No fue un remate muy plástico, pero sí muy efectivo, que es de lo que se trata. Era el 31', cuando Pol Domingo, intrépido durante todo el duelo, inició un buen ataque con centrada en el área incluida, encontrando un Carbia que la peinó y dejó solo a Oliva. 1-0 y el Nàstic continuaba con el mismo discurso.

Cambia el Alcoyano

El técnico visitando, a Vicente Parras, no quiso dejarse nada y, pocos minutos después de iniciarse el segundo acto, realizó un triple cambio con intenciones muy claras: ir a por el triunfo para seguir vivos en la lucha. Entraron Jona, Omar Ramos i Juli, que despertaron a los alicantinos.

Una gran acción por banda izquierda que acabó con centrada con pierna derecha de Joan Oriol estuvo a punto de significar alguna cosa más, pero Oliva estaba demasiado lejos de la acción. También decidió mover banquillo Toni Seligrat, en este caso donante entrada a Lupu y a Javier Ribelles, por Fran Carbia y Javi Bonilla, respectivamente.

Era el momento de calmar el partido y, por qué no, de ir a por el segundo, el de la tranquilidad. Lo intentó en el 79' Lupu con una buena acción desde la banda izquierda, marchante de un rival pero sin poder hacerlo de dos.

El Nàstic ya sabía que no sería un camino sencillo y tuvo que aplicarse también en defensa. Apareció Trilles, providencial, para cortar una pasada que dejaba solo a un delantero visitante. Los últimos diez minutos eran los de sufrimiento, pero nadie decía que el camino a Segunda A sería sencillo.

A siete minutos del final, Pol Domingo cayó lesionado y Seligrat aprovechó para hacer un doble cambio. Pol Ballesteros por Brugui, extremo por extremo, pero por el defensor entró Joel, con qué Fullana pasó al lateral. Guillem Jaime se quedó sin jugar. En las postrimerías del duelo, Amang entró para dar aire en Oliva y, gracias a un final de duelo muy serio, los tres puntos se quedaron en casa.

FICHA TÉCNICA

Gimnástico. José Aurelio Suárez, Pol Domingo (Joel, 83), Jesús Rueda, Marc Trilles, Joan Oriol, Fran Miranda, Francesc Fullana, Javi Bonilla (Javier Ribelles, 74), Brugui (Pol Ballesteros, 83), Gerard Oliva (Thomas Amang, 92) y Fran Carbia (Lupu, 74).

Alcoyano. José Juan, Jordán, Prime, Raúl, a Pablo Carbonell, Ángel López (Jona, 54), Jony Ñíguez, Juanan, Alberto Rubio (Omar Ramos, 54), (Mutón, 86), Mourat y Raillo (Juli, 54).

Goles. 1-0, Gerard Oliva (31).

Árbitro. Alonso De Ena Wolf (aragonés). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Jesús Rueda, Joan Oriol y Lupu; y a los visitantes Primi y Mourat.

Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 1.000 espectadores.