Diari Més

Saltan las alarmas (0-3)

El Nàstic de mal en peor vuelve a caer después de un mal partido y acaba el partido con diez hombres por la expulsión de Bonilla por roja directa

Romain Habran, durante una acción en el Nàstic-Llagostera

Romain Habran, durante una acción en el Nàstic-LlagosteraGerard Martí

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El Gimnàstic de Tarragona va de mal en peor. Si los dos primeros duelos de la temporada fueron para olvidar y aprender, lo que disputó contra la Andorra fue para hacérselo mirar. Un 0-3 que pudo ser perfectamente un 0-5 y un Nàstic que acabó con diez por la expulsión de Bonilla y que empieza a preocupar seriamente.

Un cambio por línea decidió realizar Xavi Bartolo con respecto al equipo que sumó un punto al Johan Cruyff la pasada semana. Albarrán dejó en el banco Pol Valentín, Lolo Plà volvió a la titularidad a la medular acompañando a Viti y a Jorge Carreón y Giner debutó en un once, en la segunda jornada consecutiva en la cual Jonathan Pereira empezaba el duelo desde el banquillo.

El Nàstic tenía que enganchar a los suyos, ya que un nuevo traspié empezaría a encender las alarmas. Fue completamente al revés a la primera mitad. 45 minutos para olvidar para un Nàstic que el mejor que se encontró fue tan sólo uno 0-1 al final del primer acto.

Bernabé tuvo que salvar un par de balones complicados. La defensa, exceptuando Goldar, un drama. El centro del campo, completamente inexistente y partido por la mitad en muchas acciones del enfrentamiento. Los extremos tomando siempre la decisión equivocada y Pedro, pobre Pedro, haciendo todo el trabajo ofensivo del equipo, tanto por el centro como por las bandas. Así es muy complicado ser los mejores o, como mínimo, uno de los abanderados.

La mayor parte de los tramos del primer acto fueron un auténtico baile andorrano. A los dos minutos, Riverola intentaba una falta lejana, rasa y envenenada que Bernabé no podía parar y se le escapaba. A los tres minutos, el meta del Nàstic rectificaba y desviaba un xut de Moha. Era un ataque y gol, que únicamente vio la luz para el Nàstic a los doce minutos, cuando el omnipresente Pedro Martín aprovechó una mala entrega hacia atrás para robar y disparar, sin peligro.

Los extremos hicieron de todo menos abrir el campo y crear oportunidades. Habran, a la suya, volvía a ser un jugador perjudicial defensivamente para el equipo y Giner, por la derecha, no tiene campo para correr y centrar. Mientras tanto, el Andorra a la suya. Ernest Forgas se elevaba a los diecisiete minutos de juego para enviar una pelota en el travesaño. Era el primer aviso serio de los andorranos, que no dejaban ni respirar en un Nàstic francamente decepcionante en todas las líneas.

Moha, en el 29’, a punto estuvo inaugurar el electrónico con una cañería desde dentro del área que se marchó a la izquierda de Bernabé. El gol visitante se estaba cociendo, y acabó de estallar a cuatro minutos del descanso, cuando Musa aprovechó un despiste de Habran para, desde muy lejos, conectar un cañonazo imparable para Bernabé.

Doble cambio

Habran, que estuvo lamentable, como en Sant Joan Despí la pasada semana, se quedó en el vestuario a la media parte. Lo acompañó un irrelevante Lolo Plà. Entraron Brugui, que debutaba Liga esta temporada, y Petcoff, que tenía que intentar darle otra cara a un centro del campo completamente perdido en el primer acto.

El Andorra no se conformó con la ventaja por la mínima y fue a buscar el segundo. Casi lo encuentra, pero Ernest Forgas se volvió a encontrar con el palo. Fue una centrada, que remató el punta visitando, la tocó Bernabé con la punta de los dedos y el esférica la repelió el travesaño.

Los locales se dieron cuenta de que tenían que reaccionar y, poco a poco, con la ayuda de un público entregado, avanzaron líneas. Brugui lo probaba de lejos, Petcoff le daba más sentido en las cosas y la maquinaria empezaba a funcionar. Pero todo se rompió cuando Bonilla vio cómo, a 21 minutos del final, lo expulsaban por roja directa por una entrada a la altura del tobillo. Si con once hombres ya era complicado, con diez se convirtió en misión imposible.

Se invirtió en ataque, sin mucho orden ni sentido, un Nàstic que todavía encajó un segundo gol e, incluso, un tercero. El 0-2 llegó a cuatro minutos del final, en una acción donde falla casi todo el mundo y aparece solo Pachón, al segundo palo, para rematar a placer. Demasiado trabajo tiene de antemano Bartolo. El 0-3, el del ridículo, estuvo en una indecisión de los centrales del Nàstic, pasado en el espacio que recoge Bover el cual, sol, batía a Bernabé, quien va encanxar tres aunque impidió una goleada mayor.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Bernabé Barragán, Carlos Albarrán, David Goldar, Juan Rodríguez, Bonilla, Viti, Jorge Carreón (Gerard Oliva, 76), Lolo Plà (Damián Petcoff, 46), Ferran Giner, Pedro Martín y Romain Habran (Brugui, 46).

Andorra. Nico Ratti, Loureiro, Adrià Vilanova, Gaffoor, Fede Bessone (Jilmar, 34), Martí Riverola (Miguel Palanca, 70), Balsa, Boyero, Moha, Ernest Forgas (Pachón, 76) y Musa.

Goles. 0-1, Musa (41); 0-2, Pachón (86); 0-3, Boyero (92).

Árbitro. Marcos Latorre Gracia (Aragonés). Mostró la tarjeta amarilla en los locales David Goldar, Romain Habran y Ferran Giner; y al visitante Pachón. expulsó con tarjeta roja en el local Bonilla (69).

Incidencias. El Nou Estadi acogió a 4.084 espectadores.

tracking