Diari Més

Señores, eso es la Segunda B (1-3)

El Nàstic muestra un juego más lucido pero choca con un Llagostera más pragmático, con las ideas muy claras y que enmudece el Nou Estadi

Imatge d'un instant del matx.

Señores, eso es la Segunda B (1-3)Gerard Martí

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El Gimnàstic de Tarragona empieza de la peor manera: perdiendo, haciéndolo claramente y, además, contra un Llagostera que es casi seguramente el rival contra el que menos querían perder. El Llagostera supo jugar mejor sus cartas y, aunque la posesión fue local, todas las caídas, segundas jugadas y rebotes caían a piernas de futbolistas gerundenses. Algunas pinceladas del Nàstic gustaron, como la electricidad de Habran, las ganas de Plà o la solidez que demostró Goldar en muchos momentos del partido.

Carreón fue la gran novedad de Xavi Bartolo en el once. Esta posición, semanas antes, estaba reservada para Viti, pero el futbolista no entró ni en la convocatoria porque desde el cuerpo técnico y desde el club no están nada contentos con su rendimiento. El futbolista del filial le ganó la partida y acompañó Damián Petcoff y Lolo Plà en una medular más ofensiva que otra cosa. Arriba, pólvora con Habran, Pedro Martín y Jonathan Pereira, con Bernabé bajo palos y la defensa esperada: Pol Valentín, Goldar, Juan Rodríguez y Bonilla.

El 4-3-3 que planteó Xavi Bartolo contaba con Petcoff como centrocampista más retrasado y Plà y Carreón por delante, haciendo la tarea de interiores. Partía desde la izquierda Habran, Pereire por la derecha y Pedro, como delantero referencia.

Bartolo planteó un partido con el control del juego como principal premisa. No le decepcionaron los suyos, que fueron los claros dominadores desde el inicio del duelo. Al principio de la primera mitad, los visitantes, comandados por un Oriol Alsina siempre regañado, tan sólo se atrevían a disparar desde lejos y, sus pruebas, se marchaban desviadas, sin pasar a la historia. El juego de los locales era más preciso, comandado en muchas compasas por un Lolo Plà que levantó la mano y se erigió como uno de los motores de un equipo que necesita jugar y que demostró que sabe hacerlo.

Plà, precisamente, fue el protagonista en el gol de Bonilla, ya que la jugada que acabó en penalti nació de sus botas. Pelota que levanta con magia a Habran y, este, acaba siendo objeto de falta dentro del área. El lateral izquierdo, especialista en pelota parada, ya que lo tira todo él, no falló. Diez minutos, 1-0 y el Nou Estadi contento.

Más felicidad todavía podría haber reinado en Tarragona si Goldar hubiera marcado el segundo en el 23’, pero su remate de cabeza obligó a Marcos a volar y a evitar el gol. La centrada... ¿de quién? De falta lateral, desde la derecha y botada por Bonilla.

Cambio radical

Ahora bien, poco a poco, el Nàstic pareció conformarse con la ventaja por la mínima. El Llagostera, con poco a perder, fue animándose un poco más, pero siempre con sus armas. El Nàstic tampoco varió su forma de batallar, y eso significó su tumba. En cinco minutos fatídicos para los tarraconenses el Llagostera fue capaz de convertir a un 1-0 en un 1-2.

El primer gol llegó después de un servicio de portería del Nàstic en el cual los locales pierden la pelota, ropa rápidamente el Llagostera, centrada desde la izquierda y, en el segundo palo, aparece a solas Nahuel, para empatar el duelo. Jarra de agua fría, que pasó a congelada cuatro minutos después con el segundo, de Sascha, después de aprovechar una indecisión de la defensa local y fusilar, cruzado y con pierna izquierda, un Bernabé Barragán que no demostró seguridad durante el partido, ya que no salió de bajo los palos en muchas ocasiones en las cuales parecía necesario que lo hiciera.

Igual juego, más pólvora

El conjunto grana empezó la segunda mitad como la primera, con un dominio claro aunque, en esta ocasión, no se vio acompañado de un gol. El Nàstic lo buscaba más claramente. Un disparo de Plà, en el 53', puso a prueba al meta visitante, pero no había manera.

Bartolo también puso todo lo que pudo de su parte. Primero, con la entrada de Pol Balleteros por la derecha en vez de Pereira y, después, a los veinte minutos del final, con la de Pol Prats, que se colocó a la izquierda, centrando un Habran que era quien llevaba más peligro en el área rival.

Y, cuando más lo intentaba el Nàstic, llegó un penal|penalti de Bonilla por manos que, a pesar de que discutido, acabó en el fondo de la red. El Nàstic tendrá que aprender mucho de su primer partido para, como mínimo, minimizar errores.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Bernabé Barragán, Pol Valentín, Juan Rodríguez, Goldar, Bonilla, Petcoff, Carreón, Lolo Plà (Pol Prats, 66), Jonathan Pereira (Pol Ballesteros, 50), Pedro Martín y Habran (Ferran Giner, 76). Llagostera. Marcos, Crespo, Yeray, Aimar Sagastibelza, Maynau, David, Juvanteny (Adri Lledó, 69), Erik (Pasquina, 57), Gil Muntadas (Vigas Bargas, 86), Maynau y Sascha. Goles. 1-0, Bonilla de penalti (10); 1-1, Nahuel (41); 1-2, Sascha (45); 1-3, Adri Lledó de penalti (76). Árbitro. Miquel Bosch Domènech (Valenciano). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Juan Rodríguez y Ferran Giner; y a los visitantes Sascha, Juvanteny, Crespo, Aimar Sagastibelza, Erik, Maynau y Yeray. Incidencias. El Nou Estadi acogió a 4.259 espectadores.

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