Diari Més

Despido inmerecido de curso en el Estadio (1-2)

Un gol en el último suspiro permite al Córdoba seguir soñando y deja sin premio un CF Reus que había merecido mucho más

Miramón rebent una falta.

Despido inmerecido de curso en el Estadio (1-2)CF Reus

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El Córdoba llegaba al Estadio Municipal consciente de que sólo le servía la victoria para seguir alimentando su misión, casi imposible, de salvar la categoría. Garebé imposible, al menos, hasta el partido en la capital del Baix Camp. Sandoval repitió la clave del éxito en las últimas jornadas: una defensa de cinco futbolistas para negar los espacios al rival. Los andaluces plantearon una muralla que casi ahogó el CF Reus. Pelota para los encarnado-y-negros y, los cordobesos, a juntar sus líneas en la retaguardia, a defender a pesar de esperar una jugada aislada para hacer daño.

El plano visitante resultó en el minuto 25’. Un córner servido en corto y colgado en el segundo palo lo recogió Aythami, quién se revolvió y la sirvió al corazón del área para que Quintanilla hiciera el 0-1. Badia tocó la pelota en una más de sus demostraciones de reflejos, pero con poca fuerza para evitar la diana andaulsa. Era la tercera aproximación del Córdoba con cierto peligro, todas en pelota parada. Antes, Foso había tenido dos después del servicio de una falta.

El CF Reus pasó unos primeros minutos dubitativos, teniendo la pelota pero recibiendo una presión alta del rival. Dos pelotas en profundidad para Fran Carbia, buscando las cinco espaldas de la defensa rival, hicieron cambiar de opinión a Sandoval. En la primera ocasión, el «11» reusense sirvió una pelota al punto de penalti al cual Lekic no pudo llegar por culpa de una pierna rival. La pelota, rebotada, le va caura a un Juan Domínguez que vio cómo con su intento de chute se tropezaba con otro defensa. Los rojinegros avisaban a los cinco minutos, pero no conseguían intimidar la muralla blanquiverda.

Las internadas por la banda derecha de Miramón también hicieron daño. Con todo, con las centradas y buenas ideas del aragonés se tropezaron con la falta de rematador, los guantes de Kieszek o, como no, de un rival. El Córdoba supo resistir cerrado detrás, convirtiendo el CF Reus en amo absoluto de la posesión pero obligado a jugar en estático. A pesar de las buenas combinaciones y las constantes aparicións de Yoda, Vítor, Lekic o Juan Domínguez en la frontal, la muralla andaluza no a permitir la fluidez de las pasadas, y los rojinegros vieron cómo, poco a poco, se iban apagando las ideas.

El conjunto visitante, por su parte, mantuvo el guion y su apuesta por la solidez defensiva, esperando algún error rival o alguna recuperación que les permitiera coger el Reus con pocos efectivos a la defensa, ya que un central como Tito se pasó el segundo tramo de la primera mitad casi en zona de tres cuartos local. Un chute motl desviado de Edu Ramos, más allá del gol y las acciones en pelota parada, fue todo el peligro que generó el Córdoba.

Pequeño cambio de rol

Los primeros compases del segundo tiempo no invitaron a imaginar un partido muy diferente a lo que se había visto hasta el silbato del árbitro después de 45 minutos. El Córdoba mantuvo la muralla y cierto punto de agresividad defiende que contó con la permisividad visitante del árbitro. Sergi Guardiola, en un contragolpe poco después de la hora de partido obligó a Edgar Badia a intervenir. Era, casi, la primera pelota que paraba al portero del Reus después de alguna intervención muy cómodo en el primer tiempo.

En el minuto 67’, el conjunto de Aritz López Garai dio a probar al Córdoba su propia medicina mediante una falta que el colegiado indicó, perdonando la amarilla al fubolista visitante. Álex Menéndez la sirvió en la zona de penal|penalti, donde esperaba un cúmulo de futbolistas. Atienza, casi agachándose para poder rematar, conectó un coscorrón que entró a la portería de Kieszek girebé suplicante.

Como había ocurrido con la diana andaluza del primer tiempo, el empate le sirvió en los de López Garai para coger fuerzas, llegando a silenciar una zona visitando que se pasó gran parte del partido haciéndose sentir por encima de los más de 3.500 aficionados locales.

Garai, con buen criterio, movió fichas para cambiar el 4-3-3 y volver a poner a un 4-4-2, apostando primero para|por Edgar Hernández. Un movimiento que sobre el terreno de juego se entendió como una oportunidad para ganar presencia en la zona de creación, acumulando toque delante de la muralla cordobesa, y con centímetros en el àre rival. Cuando faltaba cerca de un cuarto de hora para el silbido final, Miramón sirvió una centrada deliciosa y milimetrada a la cabeza de Edgar Hernández, quien conectó un coscorrón que levantó los gritos de gol en el Estadio. Todavía preguntándose cómo, Kieszek consiguió parar la pelota y desviarla, evitando que los reusenses dieran la vuelta a un marcador que casi hubiera situado el Córdoba en Segunda B.

Premio visitante injusto para el Reus

El fútbol tiene un punto de caprichoso, capaz de dar a quién menos merece y sacar a quién más lo ha luchado. Cuándo el partido ya moría, después de haber resistido gran parte del segundo tiempo las embestides del CF Reus al contragolpe y asediante el área con centradas y llegadas, el Córdoba encontró un premio inmenso que tenía un punto de injusto para los rojinegros. Un córner mal rechazado dejó la pelota muerta al corazón del área dónde, muy solo, Aythami desembocaba la locura andaluza. Badía y los defensas se recriminaban la falta de contundencia mientras toda la plantilla y el cuerpo técnico visitando celebraban un 1-2 que seguía alimentando el sueño.

El gol suponía demasiado castigo para un conjunto local que ser muy superior el rival en gran parte del enfrentamiento. Excepto los minutos iniciales en cada mitad, los de López Garai cerraron el Córdoba en su campo, desplegando un juego de toque, combinación y asociación muy envidiado por gran parte de los equipos de la categoría.

Ficha técnica.

CF Reus. Badía, Miramón, Atienza, Tito, Menéndez, Ledes (Edgar Hernández, 57), Juan Domínguez, Vítor Silva, Yoda (Haro, 76), Fran Carbia y Lekic (Máyor, 66).

Córdoba. Kieszek, Quintanilla, Aythami, Valentín (Alfaro, 80), Fernández, Foso (narváez 70), Edu Ramos, Aguza, Javi Galan, Sergi Guardiola y Reyes (Jovanovic, 59).

Goles. 0-1, Quintanilla (25). 1-1, Atienza (67). 1-2, Aythami (89).

Árbitro. Cuadra Fernández (colegio balear). Mostró amarilla en los locales Ledes (27), Juan Domínguez (57) y a los visitantes Javi Galan (81).

Incidencias. El Estadio Municipal acogió a 3.820 espectadores.

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