La capacidad de adaptación confirma la consolidación de la plantilla reusense

El partido de este sábado contra el Tenerife puso de manifiesto la capacidad que tiene el CF Reus de sacrificio y lucha por el conjunto. En un equipo sin grandes nombres ni estrellas, en el cual siempre se defiende la unidad y el trabajo de grupo, el compromiso y el compañerismo hacen todavía más competitiva la plantilla. La expulsión de Jesús Olmo, con casi tres cuartas partes de enfrentamiento todavía en juego, abrían un camino pedregoso y complicado con un hombre menos.

Tito Ortiz fue el primero en sacrificarse. Abandonó la zona de mediocentro para volver a ejercer de central, una posición que ya había ocupado en otras ocasiones, como en el duelo contra el Oviedo en el Estadio (0-0) que cerró con muy buena nota. El sacrificio ha sido una de las constantes en la temporara de Tito. Empezó con más protagonismo que Ledes quien, finalmente, le acabó cogiendo la posición. El de Santa Coloma de Gramanet ha sabido esperar sus oportunidades y aparecer para apagar fuegos en el tramo final de los partidos o para suplir bajas de sus compañeros. El próximo fin de semana, en el duelo en el campo de la Granada, Tito tendrá una nueva oportunidad para actuar de central.

La reorganización del equipo se acabó de completar al segundo tiempo. Con mucho|muy bueno criterio, Xavi Bartolo hizo entrar a Fran Carbia por|para un Máyor que se supo autoexigir cuando cayó aparte, cerrando un medio del campo con cuatro jugadores, acompañado por Vítor y Juan Domínguez, y con Yoda en el otro extremo. Después del descanso, la apuesta por Fran, un atacante de lado, dio la razón a Bartolo, quien dejó Lekic solo en punta hasta que las piernas del serbio no pudieron más y fue sustituido por Edgar Hernández. El segundo de Aritz López Garai no se escondió en la rueda de prensa posterior al partido y felicitó a los hombres que entraron desde el banquillo por la más que notable actuación.

Control y dominio

Una vez rehecho, el equipo de la capital del Baix Camp mostró una imagen muy mejorada en el segundo tiempo. Posesión, control y dominio gracias a un centro del campo que siguió carburando. Con Fran i Yoda en las bandas|lados y la posibilidad de centrarse, los laterales tuvieron más protagonismo. En ningún momento dio la sensación de jugar con un hombre menos, ni en los momentos de replegarse y esforzarse en defensa.

Explotando la velocidad de Fran y las pelotas descolgadas por los puntas, el «11» rojinegro disfrutó de las mejores ocasiones para volver a poner el CF Reus por delante en el marcador. Sólo faltó, como casi siempre este curso, afinar la puntería en la zona decisiva.