El Estadi recupera la condición de fortín y la comunión entre equipo y afición

El Estadi Municipal vuelve a ser aquel feudo casi imposible de asaltar. A pesar de la irregularidad del equipo, a lo largo de la temporada ha mantenido la etiqueta de bastión infranqueable. Hasta la fecha, y después de haber vivido 17 enfrentamientos, sólo Rayo y Lugo han conseguido llevarse el botín de los tres puntos. Los muros del Estadi, sin embargo, habían presentado algunas fisuras. En la primera vuelta volaron muchos puntos. La gran mayoría de uno en uno, todo sea dicho. La primera mitad de temporada dejó siete empates, una derrota y tres victorias.

En la segunda vuelta la historia ha cambiado y el feudo encarnado-y-negro ha vuelto a exhibir aquella dificultad que lo caracterizó la pasada temporada. El asalto del Lugo en el partido inaugural del segundo tramo de curso en el Estadio sólo fue un espejismo. Los hombres dirigidos por Aritz López Garai va naprendre la lección y se aplicaron para devolver el honor a los muros de casa suya. Desde aquella derrota el CF Reus ha jugado cinco partidos como local. El balance es envidiable, de equipo de playoff e, incluso, de ascenso directo. Tres victorias, dos empates, seis goles a favor y ninguno en contra. Es, sin ningún tipo de duda, la mejor racha que han atravesado a los futbolistas de la capital del Baix Camp.

Es cierto que las cifras más recientes en el Estadio permiten soñar, pero los resultados conseguidos como visitantes devuelven a las cabezas|cabos|jefes a la cruda realidad. Toda buena actuación en casa ha ido acompañada de resultados negativos, aunque las sensaciones o la imagen dada pueda ser, en la mayoría Gironell presentó su libro la semana pasada en la librería Adserà de Tarragona. de casos, para mantener lo cabe alzado. Los ejemplos más recientes son las derrotas en el campo de la Cultural Leonesa y del Rayo Vallecano.

Reencuentro con la afición

El partido de este sábado contra el Almería dejó una imagen que hacía tiempo que no se producía y que ejemplariza la buena relación y comunión entre la afición y la plantilla y el cuerpo técnico del CF Reus. Al acabar el partido, los futbolistas agradecieron el apoyo aplaudiendo y siendo aplaudidos desde el centro del campo. En los últimos partidos esta imagen era común, pero la celebración acababa aquí. El sábado, los jugadores se volvieron a dirigir al gol norte para celebrar la victoria conjuntamente con los socios, en aquella imagen tan icónica de futbolistas y aficionados alzando los brazos y gritando a la vez. Una imagen que, después, se repitió con los aficionados de Tribuna. Un hecho del todo insólito.

Esta recuperación de la química deja atrás los partidos grises en la grada, con algunos silbidos el día de la visita del Lorca al Estadi. Desde entonces la afluencia de aficionados al fortín rojinegro ha ido aumentando. El empate contra el Huesca ya dejav aentrever esta dinámica, que se constató con las más de 3.400 butacas llenas este sábado.

El mérito es compartido entre afición, que ha vuelto a entender que el equipo la necesita, plantilla y club. La entidad rojinegra ha apostado, muy acertadamente, para llevar a cabo promociones de entradas para llenar el Estadio. Así, se produce una simbiosis perfecta a tres bandas.