Diari Més

No diga efectividad, diga Nàstic

Un equipo imperial marca las tres ocasiones que tiene (doblete de Mesa y diana de Jean Luc) para acabar con la racha de tres duelos sin ganar

Manu Barreiro intenta deshacerse de un rival.

No diga efectividad, diga NàsticGabriel Villamil

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Tres chutes, tres goles. A grandes rasgos, estas son las cifras de un Nàstic que, imperial, goleó en el Valladolid en su propio feudo y sumó tres puntos que sirven para acabar con la racha de tres enfrentamientos sin conocer la victoria. 0-3 con doblete de Maikel Mesa y gol de Jean Luc, en el retorno a la titularidad del marfileño y en un partido en el cual, nuevamente, Luis César no fue capaz de derrotar a «su» Nàstic.

Dos novedades y, en definitiva, sorpresas en el once del conjunto tarraconense. Rodri realizó una variación en defensa y otra en ataque, una situación en la cual no tiene acostumbrados los suyos, ya que al entrenador del Nàstic no le gusta salir del guion que establece el suyo once base.

De esta alineación nunca cae Stole Dimitrievski, titular bajo palos, pero sí que dejó su sitio en la retaguardia un Bruno Perone que cayó en beneficio de Daisuke Suzuki, que parecía olvidado en los últimos enfrentamientos. El resto, exactamente igual, con Xavi Molina en el eje y Kakabadze y Javi Jiménez en los laterales. Donde tampoco hubo ninguna variación fue en el doble pivote, con Zahibo i Gaztañaga como máximos protagonistas, aunque una de las bandas sí que hubo novedades. Jean Luc volvía a la titularidad, dejando a Abraham Minero en el banquillo. Mesa, Juan Delgado y Manu Barreiro completaban un once inicial en el cual no era Uche, que entraba a la convocatoria después de recuperarse de su lesión.

Las intenciones de los dos equipos sobre el césped quedaron bien claras desde el silbato inicial. El Valladolid, máximo goleador del campeonato lliguer, sería el claro dominador del juego y el único equipo que buscara la portería rival. Al Nàstic le tocaría el papel conservador, de conjunto que espera detrás bien posicionado a la busca de un contraataque efectivo para hacer el mayor daño posible al rival. Así fue.

En los primeros 45 minutos de juego, la única ocasión de gol de los de Rodri fue la de la diana de Maikel Mesa. Ninguno ni una más. Ahora bien, el Valladolid, a pesar de buscar atacar y atacar, en la mayor parte de los casos se encontraba con un atasco. Y es que el entramado defensivo del Nàstic no podía ser mejor. Dos líneas de cuatro jugadores bien juntas, y Juan Delgado y Manu Barreiro intercambiándose para ayudar detrás, mientras uno se quedaba descolgado arriba, por si acaso. Y en uno de estos por|para si desca, llegó el gol del Nàstic. Centro limpio de Kakabadze por la derecha y Maikel Mesa se incrusta entre los dos defensores, donde había el agujero, se eleva, remata de cabeza, la esférica toca en el palo derecho de Masip y entra. Jarra de agua fría (por si el Nuevo Zorrilla no fuera frío por|para sí mismo) para un Valladolid y un Luis César que no se podían creer lo que estaban viendo. El Nàstic mandaba en el marcador. No en el juego, pero era lo mejor en el electrónico y, en definitiva, eso es lo que acaba contando.

El peligro del Valladolid tenía nombre y apellido. Un joven extremo de 22 años que la pasada temporada se marchó cedido a la Cultural Leonesa para ayudar en este equipo a subir a Segunda y que ha vuelto este año para sumarse al primer equipo y ser un titular indiscutible. Por banda|lado derecha, todas las suyas internadas, las de Toni Villa, llevaban el nombre del peligro en rojo. Javi Jiménez, menos vistoso en ataque que en otras ocasiones por tener que marcar en Villa, tuvo que reinventarse por el bien del equipo, y lo consiguió. La más clara del extremo local llegó a cinco minutos del descanso, con una jugada que habilitó Ibán Salvador, que lo dejó solo por banda derecha y, sin pensárselo, disparó y obligó a que Dimitrievski desviara de piernas.

Igual que en la primera

A la segunda mitad, no sucedió nada que no pasara en la primera. La efectividad grana, del cien por cien, se mantuvo con el paso del tiempo. Eso, se tradujo en goles. Fue un símil en el sucedido al Nuevo Arcángel contra el Córdoba. Un Nàstic efectivo, peligroso, ante un rival sin entender el cual pasaba. La diferencia, sin embargo, es que el Valladolid no tenía las mismas urgencias que los andaluces. Al menos, con respecto a sufrir por la zona baja.

Dos chutes más hizo el Nàstic entre los tres palos, y dos goles subió el conjunto tarraconense en el electrónico. Luis César, técnico del Valladolid, no se podía creer lo que estaba viendo. Su equipo empujaba, pero se quedaba sin ideas cuando se acercaba al área rival. Mientras tanto, el Nàstic más efectivo que nunca, hundió la moral de un Masip que quedó ridiculizado en el segundo gol de los visitantes. Jean Luc, que no había aparecido durante todo el enfrentamiento, aprovechó una indecisión en defensa del central Calero y el mismo Masip, que salió del área no se sabe exactamente por qué. El marfileño, muy atento, armó la pierna y, desde 35 metros, disparó, sin mirar. Gol, 0-2. Pero todavía había más.

El mismo Mesa, que se acabó convirtiendo en el héroe del enfrentamiento, aprovechó el mejor control que habrá visto en su carrera. O de los mejores. Pelota altísima de Abrahán Minero, que acababa de entrar en el campo, que bajó al chileno como si se tratara de una pelota de goma. Asistencia a Mesa y, este, fusilaba en Masip. 0-3, y el duelo quedaba sentenciado.

No se movió

La gran fortaleza defensiva del Nàstic impidió que los castellanos pudieran acercarse a Dimitrievski, exceptuando en un remate en el travesaño de Mata, con Dimitrievski ya batido.

Ahora bien, no todo fueron buenas noticias para el Nàstic, ya que después del doblete de Mesa, el futbolista canario tuvo que ser sustituido, por una sobrecarga muscular. En principio, si el club no dice el contrario, no tiene que ser ningún problema para|por poder jugar el próximo domingo contra el Oviedo.

El otro herido por parte del Nàstic fue Dimitrievski, el cual recibió un pisotón de un rival en las postrimerías del duelo y, con la mirada, pidió el cambio. Rodri, sin embargo, no le concedió el deseo, ya que las tres sustituciones estaban hechas. El meta tuvo que recibir atención médica durante un largo rato, pero tuvo que volver al terreno de juego. A causa de esta circunstancia, el colegiado añadió seis minutos a la segunda mitad, en los cuales el marcador no se movió.

FICHA TÉCNICA

Valladolid. Jordi Masip, Antoñito, Kiko Olivas, Calero, Ángel, Luismi Anuar (Gianniotas, 57), Óscar Plano (Hervías, 68), Ibán Salvador (Asier Villalibre, 70), Toni Villa y Jaime Mata.

Gimnástico. Dimitrievski, Kakabadze, Daisuke Suzuki, Xavi Molina, Javi Jiménez, Jean Luc (Abraham Minero, 60), Gaztañaga, Zahibo, Maikel Mesa (Bruno Perone, 69), Juan Delgado (Álvaro Bustos, 79) y Manu Barreiro.

Goles. 0-1, Maikel Mesa (9); 0-2, Jean Luc (52); 0-3, Maikel Mesa (63).

Árbitro. Aitor Gorostegui Fernández Ortega (vasco). Mostró la cartulina amarilla al local Toni Villa; y a los visitantes Maikel Mesa, Xavi Molina, y Zahibo.

Incidencias. El Nuevo Estadio José Zorrilla acogió a 9.628 espectadores.

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