Diari Més

Tablas en el intercambio de golpes

El Nàstic se conforma con un punto en un partido que puede ganar cualquiera y que Brugui, del filial, está a punto de decidir para los locales en el 88'

Maikel Mesa, durante la primera mitad.

Tablas en el intercambio de golpesCristina Aguilar

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El Nàstic sale de la zona de descenso después de empatar, sin goles, ante un Barça B que se ha encontrado con un gran Dimitrievski en frente y con un equipo que ya puede confiar plenamente Jon Gaztañaga por el trabajo defensivo del centro del campo. Tuvo el triunfo el equipo local a dos minutos del final, cuando Brugui, futbolista de la Pobla que debutó en el Nou Estadi, remató de ninguno una centrada de Kakabadze que obligó a Ortolà a obrar el milagro.

Rodri prefirió no realizar cambios al once, a excepción de la entrada de Abraham Minero por banda izquierda, en vez de Tete Morente, una situación que se podía prever. Pero ni entró Jean Luc al once, ni Uche (parece que no se pudo recuperar de sus molestias a tiempo) a la convocatoria. Poca pólvora entre los dieciocho escogidos, ya que sólo Delgado y Barreiro arriba y Jean Luc, Tete y Brugui en el banquillo parecían insuficientes, antes del partido, para afrontar un duelo tan complicado como el que tenían que afrontar ante|delante de el filial del Barça.

El entrenador del Nàstic, sin embargo, varió sensiblemente el sistema. Pareció, antes que un 4-4-2, uno 4-3-3 donde Gaztañaga, Zahibo y Maikel Mesa eran los centrocampistas, Delgado el extremo derecho, Abrahán, el izquierdo, y Barreiro el punta. Sin embargo, el equipo iba variando el dibujo según las necesidades del duelo.

En frente, el Nàstic tenía un equipo con pólvora, y mucha. Empezando por Aleñá, uno de los mejores centrocampistas de la Segunda División A y pronto, si no pasa nada raro, un crack, de talla mundial. Finalmente, tanto él como el portero Ortolà volvieron de Grecia a tiempo para poder jugar con el filial, después de viajar con el primer equipo en motivo de la disputa del partido de Champions League delante del Olympiacos y de no disputar ningún minuto.

Bastante vibrante estuvo la primera mitad, con ocasiones para los dos equipos. En el Nàstic, el máximo protagonismo ofensivo fue para Manu Barreiro, quien pudo adelantar|avanzar a los suyos hasta en dos ocasiones. Por el|lado visitante, el más incisivo, sin duda, fue José Arnaiz, que obligó en Dimitrievski a lucirse y a salvar en su equipo.

Barreiro, a los doce minutos, remató con el tacón una centrada mucho forzada de Abrahán, que chocó con el exterior de la red. Se animaba el Nàstic, que no le perdía la cara al partido, a pesar de tener uno de los equipos que más te dominan de toda la categoría de plata. Volvía a intentarlo Barreiro, a los 21 minutos. En esta ocasión, no se le puede perdonar fallar. Delgado realizó una pasada deficiente, pero el destino, caprichoso, quiso que David Costas resbalara y que habilitara al punta gallego del Nàstic, que sólo tenía que hacer una leve carrera para plantarse en frente de Ortolà. Sin embargo, incomprensiblemente, se le hizo de noche y, por detrás, llegó Palencia quien, de forma limpia|neta, le robó la cartera.

El Nàstic bajó mucho, demasiado, desde este momento. Kakabadze, que había empezado bien, ensució su actuación con errores graves. Barreiro se desconectaba y, en su lado, un Delgado que, de hecho, nunca ni se enchufó. Se salvaba Gaztañaga y, después de las dos acciones ofensivas del Barça, un Dimitrievski providencial.

El meta macedonio, en el 33,' le realizó un doble parado a José Arnaiz cuando el extremo del Barça B se había quedado solo ante|delante de él. Eso sí, previo error de Kakabadze. En el 37', el mismo Arnáiz recogía a una esférica muerta en la frontal, disparaba y Dimitrievski, muy atento, enviaba la esférica a córner.

También empezó atrevido el Nàstic a la segunda mitad. Sin miedo del rival que tenía en frente, fue a por el partido y a punto estuvo inaugurar el electrónico con un rasgo|tiro de Abrahám desde la frontal, después de que el zurdo girara sobre sí mismo en la frontal. Con Muñiz en el campo, que sentó en Zahibo, el equipo ganó todavía más claridad de ideas, pero le faltaba un poco de verticalidad al Nàstic. A Muñiz, en ocasiones, se le tendría que decir que no hace falta una pasada tan precisa o tan plástica para llegar al objetivo.

El Barça también quería decir la suya, y encontró, aparte de Arnaiz, Marc Cardona en un temible peón ofensivo. El futbolista se fue haciendo grande a medida que pasaba el partido y, de cabeza, estuvo a punto de sorprender en Dimitrievksi en el 69'. El suyo remado, sin embargo, se marchó lamiendo el palo derecho de la meta defendida por el macedonio.

Pero el partido se tenía que volver un poco loco al final. El Choco Lozano, que había entrado hacía poco, estuvo a punto de hacer el 0-1 a tres minutos del final. Remató pulpejo en un contraataque pero Dimitrievski, mientras caía, cogió la pelota con una mano. El Nou Estadi habría sido una locura absoluta si Brugui hubiera marcado en la acción siguiente. El delantero de la Pobla, que había entrado por|para un Delgado que acabó el duelo con molestias, se desmarcó dentro del área y, cuando Kakabadze trazó la centrada desde la banda derecha, intentó colocarla, de cabeza, encontrándose con un inmenso Ortolà, que la envió a córner. El acoso final del Nàstic resultó insuficiente.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Dimitrievski, Kakabadze, Xavi Molina, Bruno Perone, Javi Jiménez, Maikel Mesa, Zahibo (Juan Muñiz, 56), Gaztañaga, Abraham Minero (Bustos, 74), Juan Delgado (Brugui, 82) y Manu Barreiro.

Barcelona B. Ortolà, Palencia, David Costas, Cuenca, Cucurella, Aleñá (Vitinho, 77), Fali, Sarsanedas (Busquets, 83), José Arnaiz, Abel Ruiz (Choco Lozano, 61) y Marc Cardona.

Goles. No hubo.

Árbitro. Santiago Varón Aceitón (Balear). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Abrahám Minero y Gaztañaga; y a los visitantes Sarsaneda y Fali.

Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 6.822 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por|para la muerte del expresidente del Nàstic Miquel Nogueras.

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