Diari Més

Festival grana en el Arcángel

Dobletes de Uche y de Barreiro y gol de Juan Delgado para destrozar a un Córdoba impotente; lesión de Omar Perdomo que parece grave

Uche, celebrando uno de los dos goles que anotó este miércoles delante de la Granada, en el Nuevo Estadio.

Uche vuelve a enamorar en el Nou EstadiCristina Aguilar

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Apoteosis grana en el Nuevo Arcángel. Lo que parecía que sería un partido igualado, entre dos conjuntos que aspiraban a ganar, aunque fuera por|para la mínima, para salir de la zona baja, se convirtió en un auténtico recital del Nàstic. Un 1-5, en el cual sendos dobletes de Uche y de Manu Barreiro sirvieron para dejar fuera de combate a un Córdoba en el cual le costará mucho levantarse de una vez|golpe muy fuerte, demasiado fuerte.

El Nàstic, sin demostrar un juego brillante, hizo lo que tenía que hacer. Marcar, y esperar que el rival se pusiera nervioso. Dicho y hecho. Goles del Nàstic, acompañados de los nervios cordobeses que motivaron una gran goleada, la cual hace salir del Nàstic de la zona de descenso y ayuda a soñar a una afición demasiado castigada últimamente.

Ike Uche y Barreiro brillantes en la finalización, Tejera monstruoso en la creación de juego, Gaztañaga completamente adaptado al equipo, una defensa de cine, un portero de diez y un entrenador que podría dejar ya de ser interino llevaron al Nàstic al cielo, y todavía queda un partido pendiente, el del Barça B, el cual podría servir para catapultar a los tarraconenses en la zona alta de la tabla.

Uche es capaz del posible, y también del imposible. Si alguien se coronó este domingo en el Nuevo Arcángel este fue el delantero nigeriano del Nàstic, el cual fue capaz de anotar un doblete en tan sólo un cuarto de hora, dos dianas que pusieron el marcador 0-2 a favor del Nàstic cuando sólo habían pasado quince minutos. Una estocada casi mortal delante de un Córdoba que no se podía creer el que estaba viendo, no podía entender por qué dos latigazos habían significado dos goles.

El primero subió cuándo el electrónico justo señalaba el primer minuto de juego. Muchos de los espectadores todavía no habían tomado asiento cuando|cuándo Uche, pichichi en solitario del Nàstic, aprovechó un genial pase de Manu Barreiro en el espacio por|para, con pierna izquierda (como los dos goles contra la Granada), batir a Kieszek al plantarse a su delantera después de realizar una galopada de unos quince metros.

No se lo podían creer ni unos ni otros. Pero lo que tampoco era esperado es que, después del gol, el Nàstic volviera a insistir en el marco rival. Normalmente, cuando un equipo juega fuera de casa (a excepción de Barça, Madrid y cuatro más) y marca un gol al inicio, hace un paso, o dos, atrás y espera al rival. Pero el Nàstic decidió no hacerlo, tomó la determinación de buscar una segunda diana que ayudara a buscar la sentencia. Y, quien la sigue, lo consigue. Mismos protagonistas, y en el mismo orden. En esta ocasión, en vez de una pasada, lo que aprovechó Uche del gallego fue un chute, un tiro que desvió Kieszek de forma defectuosa y que el máximo goleador del Nàstic empujó al fondo de la red.

Pero con el 0-2 sí que vino una leve bajada del Nàstic. No fue exactamente una bajada visitante, sino más bien que el Córdoba decidió espabilar para no llevarse una goleada de escándalo. Y, en una de estas, en un contraataque, llegó el gol de los andaluces. Grande acción de contra conducida por Markovic y finalizada por un Sergi Guardiola que aprovechó la pasada de la muere de su compañero, quien le puso en bandeja de plata el gol.

Gaztañaga

El partido se puso, entonces, complicado por los intereses del Nàstic. Entonces, los hombres de atrás, los que tenían que realizar la tarea oscura y defensiva, aparecieron. Mención especial a Jon Gaztañaga, un futbolista que no había realizado un buen inicio de temporada, y que este domingo se puso el equipo en la espalda y salvó los suyos en varias ocasiones, como en una centrada de Romero desde la izquierda en la cual Gaztañaga envió a córner.

Podía haber anotado el tercer gol Uche en la primera mitad, pero el juez de línea le señaló un fuera de juego muy dudoso en su arranque. Era una pasada de Tejera, en el espacio y por|para alto, que fue rematada, de primeras, para el 8 del Nàstic. La pelota entró, pero el colegiado no dio el gol.

En la segunda mitad, había que jugar con cabeza. No ponerse nervioso y esperar que el rival cometiera los errores suficientes como para ampliar distancias. Y así fue. Este domingo le salió absolutamente todo a un Nàstic que dejó bien claro que sus intenciones no pasan sólo por abandonar la zona baja de la tabla clasificatoria, sino que estos jugadores tienen ambición para llegar mucho más arriba. Tan arriba como se lo propongan.

Se lesiona Omar

Pero en el partido no todo fueron notas positivas. Hubo una de negativa, y que puede acabar siendo muy y muy negativa. Habían transcurrido siete minutos del segundo acto cuando Omar Perdomo se lesionó. Cayó sobre el césped y, las lágrimas con las cuales abandonó el césped del Nuevo Arcángel, parecen ser sinónimo que la lesión no tiene, ni mucho menos, buen peine|pinta. Habrá que esperar a las exploraciones que se le realicen desde el club, pero todo apunta que no son simples molestias.

Rápidamente, Rodri reaccionó y llamó a Tete Morente. Muy acertada la decisión de un Rodri que entendió que no se tenía que dar entrada a un futbolista de corte|trozo defensivo, sino que se necesitaba un jugador capaz de hacer daño a la retaguardia rival. Así fue, y Morente estuvo a punto de marcar a un cuarto de hora del final del duelo. Estuvo en un servicio de portería de Dimitrievski, que acabó en pies de Morente. La pinchó y, su chute, lo adivinó el portero rival, que evitó el gol.

Lo que no pudo evitar Kieszek fue cometer penalti sobre Juan Delgado, una acción que acabaría significando el 1-3. No desde los once metros, porque Delgado falló el penalti, sino porque el chileno marcó en la acción del rebote, en la cual Sergio Tejera, muy inteligente, molestó al portero para que no pudiera parar la esférica.

Pero no era suficiente, estos futbolistas tenían hambre, ganas de gol, y todavía faltaban dos más. Tejera, que se quiso sumar al festival, lo hizo. No como goleador, sino como asistente. Pasada de mago en Barreiro, quien|quién recibe dentro del área y, con la pierna izquierda, dispara cruzado para batir el portero local y para continuar con la locura grana, una locura que todavía tendría un último capítulo, el capítulo del doblete del punta gallego.

¿Y es que, si Uche había anotado dos dianas, por qué no lo podía hacer Manu Barreiro, el otro punta del equipo y el único de los dos que se había mantenido en el campo? Así fue. Nuevo penalti y, en el 93, este no lo falló. Chute seco y raso a la derecha del portero, que ve como|cómo es engañado por el delantero del Nàstic, quien puso punto final a una goleada que dará mucho a hablar, tanto para el futuro inmediato del Córdoba, como por|para el futuro más a medio o largo plazo del cuadro tarraconense.

FICHA TÉCNICA

Córdoba. Kieszek, Fernández, Aguza, Afonso, Pinillos, Markovic (Javi Galán, 82), Edu Ramos (Alejandro Alfaro, 73), Jaime Romero, Javi Lara, Jovanovic y Sergi Guardiola (Jona, 57).

Nàstic. Dimitrievski, Kakabadze, Xavi Molina, Bruno Perone, Javi Jiménez, Omar Perdomo (Tete Morente, 52), Gaztañaga, Sergio Tejera, Abraham Minero (Eddy Silvestre, 73), Manu Barreiro y Uche (Juan Delgado, 63).

Goles. 0-1, Uche (1); 0-2, Uche (15); 1-2, Sergi Guardiola (19); 1-3, Juan Delgado (79); 1-4, Manu Barreiro (82); 1-5, Manu Barreiro de penal|penalti (93).

Árbitro. David Pérez Pallas (gallego). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Sergi Guardiola, Edu Ramos, y Fernández; y a los visitantes Gaztañaga, Dimitrievski y Juan Delgado.

Incidencias. El Nuevo Arcángel acogió a 9.672 espectadores.

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