Un Elche de idas y vueltas visitará a un Nàstic muy cambiado desde la ida

El 4-4 del partido de ida no fue una casualidad. El Elche, es así. 0-1 gracias a un gol de Álex López que daba todas las esperanzas al Nàstic en el Martínez Valero. Las dos dianas de Muñeco y la de Matilla situaban el 3-1 que hundía toda esperanza de triunfo, pero Tejera, de penalti, nuevamente Álex López y Jean Luc situaban uno impensable 3-4 que hacía prever una posible victoria del Nàstic. Un triunfo que, al final, no se produjo a causa del gol de Dorca, a doce minutos del final del duelo.

Fue un partido espectacular el que protagonizaron dos equipos que se volverán a ver las caras este viernes, pero en el Nou Estadi. El Elche, desde entonces, no ha cambiado, mientras que el Nàstic es lo bastante diferente. El equipo tarraconense ha ganado en solidez, hace una eternidad que no pierde en el Nou Estadi e, incluso, ha aprendido a ganar partidos. Pero el Elche sigue siendo aquel equipo alocado que es capaz de marcar muchos goles, pero incapaz de encajar. Y viceversa. El Elche es de aquellos equipos que no dejan números que gustan a sus entrenadores.

A nivel clasificatorioa, no están mal situados del todo. Con 36 puntos, viven en ocho de la promoción de ascenso, y en seis del infierno del descenso. De momento, el peligro es lejano. Pero una derrota en el Nou Estadi podría ser un punto de inflexión para ellos, ya que los resultados del fin de semana lo podrían acercar a menos de dos partidos de la decimonovena posición, la primera de las de descenso.

Ofensivamente, el Elche es un equipo temible. Pocos equipos han marcado más goles que este conjunto. Concretamente, cuatro. El Elche ha marcado 37 goles, y sólo lo superan el Girona, con 49; el Levante, con 44; el Cádiz, con 40; y el Lugo, con 39. Los tres primeros ocupan el podio de la clasificación de Segunda A y el cuadro gallego cuenta con Joselu, todo un killer.

En el apartado de dianas encajadas, son 39 los que ha recibido el Elche, demasiado para un equipo de la zona media de la tabla. Para poner un ejemplo, el Almería y el Rayo Vallecano, antepenúltimo y penúltimo respectivamente, han recibido 33 goles en los 29 partidos disputados, seis menos que el próximo rival del Nàstic de este viernes.

Únicamente hay tres equipos que empeoran las cifras del Elche. Uno, muy claro, es el colista de la Liga, el Mirandés, que ha encajado 46 goles. Las otras dos, empatadas a 40 goles, son la Córdoba y la Zaragoza, que están fuera de la zona de descenso a Segunda División B. Después, con 39, aparecen el propio Elche y el UCAM Murcia, también lejos de la zona de descenso.

El Elche sabe que su visita al Nou Estadi representa una de las últimas oportunidades de coger el tren de la promoción de ascenso a Primera División. Después de formar una plantilla hecha para luchar por todo, el equipo no ha dado la talla e, institucionalmente, el club tampoco ha dado la mejor imagen a lo largo de la temporada.

Ganar significaría, para los ilicitanos, dormir a cinco puntos del Getafe, sexto clasificado y primero de los equipos que disputaría las eliminatorias de descenso. Perder, querría decir que el Nàstic lo atraparía en la mesa|tabla y lo empataría a 36 puntos. Los dos equipos se juegan muy mañana.