Según el Gobierno, los ayuntamientos de Vila-seca y Salou justificaron ante de la ACA que disponen de una reserva conjunta suficiente para hacer frente
El macrocomplejo turístico y de ocio Hard Rock proyectado en Vila-seca y Salou gastará 1.086.000 metros cúbicos de agua al año, según ha admitido la consellera d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Teresa Jordà.
En una respuesta de la consellera a una pregunta del diputado de En Comú Podem David Cid, que publica el Boletín Oficial del Parlament de Catalunya, Jordà explica que «cuando el Institut Català del Sòl (Incasòl) planteó la posibilidad de instalación del BCN World, la actividad suponía un consumo de 1.167.393 metros cúbicos de agua al año», pero dado que «el proyecto se ha reducido de dimensiones, el último dato está cifrado en un consumo de 1.086.000 metros cúbicos/año».
Jordà ha remarcado que la competencia del abastecimiento es municipal y que los ayuntamientos de Vila-seca y Salou -miembros del Consorci d'Aigües de Tarragona- justificaron ante la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) que «disponen de una reserva conjunta suficiente para hacer frente a este desarrollo».
En relación con el desarrollo urbanístico promovido por Incasòl, Jordà asegura que «ha seguido toda la tramitación legal que supone un Plan Director Urbanístico» y destaca que la ACA emitió un informe favorable que valoraba vectores de inundabilidad, abastecimiento y saneamiento que sirvió para que el Hard Rock se aprobara en la Comisión Territorial de Urbanismo del Camp de Tarragona.
En este sentido, Jordà asume que la consejería que dirige vele «por el cumplimiento de la normativa legal vigente y por un uso responsable, eficiente y consciente del agua», ya que «se trata de un bien escaso y necesario para la vida de las personas y los ecosistemas naturales».
Estado de sequía
Para responder al diputado, que cuestionaba el proyecto «en el contexto climático actual y futuro», la consellera afirma que «el Gobierno es consciente del estado de sequía sin precedentes que afecta Cataluña» y advierte que no será una «cuestión excepcional, sino que formará parte de la nueva normalidad», de manera que «más allá de medidas puntuales para el tráfico de este escenario de presente preocupante», considera necesario «tomar perspectiva y preparar Cataluña para una de las consecuencias más severas del cambio climático, como es la sequía».
Para hacerlo, Jordà propone «planificar estructuras hídricas para tener un país más preparado y más resiliente a los cambios que vendrán», así como enfocar las políticas de agua «en el ámbito de cada cuenca y teniendo presentes las masas de agua, las masas forestales, los consumos agrarios y los usos urbanos».
En esta línea, la consellera alega que desde Acció Climàtica «adicionalmente a otras medidas complementarias de ahorro y eficiencia del recurso, se trabaja sobre todo en la regeneración y la desalinización» del agua.
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